gong del maestro fu en el salón de té

La gente se esfuerza en lo que le interesa

Alforja 85. La gente suele poner esfuerzo en lo que le interesa. Pon a gente interesada en cada proyecto o haz que la gente se interese por el proyecto. Animal factory Ignacio Canela Mercadé Empresa activa Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

Es fácil tener ideas (2)

Alforja 84. Tener ideas es relativamente fácil. Lo costoso es sacarlas adelante. Animal factory Ignacio Canela Mercadé Empresa activa Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal. Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo.

Es fácil tener ideas (1)

Es fácil tener ideas, incluso es gratis. Lo costoso es ponerlas en marcha, sacar los proyectos adelante. En cuanto nuestra amiga la Gallina se puso a escribir un artículo sobre el tema que había propuesto y descubrió que realmente era costoso obtener la información, que se requería tiempo para hacer un buen artículo, que no sabía lo suficiente de redacción, etcétera, entonces se dio cuenta de por qué el editor decía que le sobraban las ideas y, sin embargo, le faltaban artículos.

Un responsable

En este sentido, tenía muy presente las palabras de Nakio, probablemente recuperadas de algún antiguo consejo de su abuelo: «Siempre tiene que haber un responsable y sólo uno, pues tierra de dos es tierra de nadie». Animal factory Ignacio Canela Mercadé Empresa activa Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

Desarrollamos el cerebro para matar

¿Qué otra cosa podrías ser? Lo seres humanos no desarrollaron el cerebro para tumbarse en los lagos. Matar es lo primero que aprendimos. E hicimos bien, o estaríamos muertos, y los tigres poseerían la Tierra. El juego de Ender Orson Scott Card Edición limitada Zeta Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

Cuando le quiero le destruyo

[…]Y todo se reduce a esto: en el momento en que entiendo verdaderamente a mi enemigo, en el momento en el que le entiendo lo suficientemente bien como para derrotarle, entonces, en ese preciso instante, también le quiero. Creo que es imposible entender realmente a alguien, saber lo que quiere, saber lo que cree, y no amarle como se ama a sí mismo. Y entonces, en ese preciso momento, cuando le quiero… Le vences No, no lo entiendes.

El nombre es una prótesis

El nombre es una prótesis, un implante que se va confundiendo con el cuerpo, hasta convertirse en un hecho casi biológico a lo largo de un proceso extravagante y largo. Pero tal vez del mismo modo que un día nos levantamos y ya somos Millás o Menéndez u Ortega, otro día dejamos de serlo. El mundo Juan José Millás Booket Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Solo somos el escenario

Recordé un día en el que paseando por el campo, en Asturias, me detuve frente a una vaca que estaba a punto de parir y comprendí que el embarazo había sucedido dentro de su cuerpo como el lenguaje sucede dentro del nuestro. […] La idea resultó enormemente liberadora. Quizá no seamos los sujetos de la angustia, sino su escenario; ni de los sueños, sino su escenario; ni de la enfermedad, sino su escenario; ni del éxito o el fracaso, sino su escenario…

El cobre sabe a electricidad

[…] Más complicado fue entender que el frío quemaba, pero lo cierto es que un día me abrasé los labios al llevarme a la boca un pedazo de cobre que encontré en el jardín, a primera hora de la mañana. Me gustaba el sabor del cobre; todavía, al pronunciar la palabra cobre, siento un cosquilleo eléctrico en la punta de la lengua. El cobre sabe a electricidad. […] El mundo Juan José Millás Booket

Un Dios colérico

Y bien, Dios estaba ahí todo el tiempo para lo bueno y para lo malo, generalmente para lo malo, porque se trataba de un Dios colérico, violento, castigador, fanático. Dios era un fanático de sí porque vivía entregado a su causa de un modo desmedido, como si en lo más íntimo desconfiara de la legitimidad de sus planes o de sus posibilidades de éxito. Podríamos decir que era un nacionalista de sí mismo.