ilusionismos de navegante hacia costas por descubrir
Llevo ya unas cuantas semanas publicando cada jueves aquellos documentales, y algunos libros, que sospecho te harán ser mejor persona. Y en algunos casos los que no. Ha llegado el momento, sin embargo, de decirte que si no has visto la serie documental Cosmos no te puedes considerar un ser humano. Vale que te puedan gustar los bodrios televisivos y los realities tipo ‘Operación Truño’ y ‘Gran marrano’, pero debes tener presente que nadie, que precie y quiera ser respetado por el resto de los individuos de una sociedad -de humanos, que no de insectos-, puede ni debe haber faltado a la santa obligación de haber visto, al menos una vez en su vida, la serie que refiero.
¿De verdad prefieres que tus hijos vayan a religión antes que obligarles a aprender de verdad? Súmate a la plataforma para la obligación del estudio del estudio de Cosmos en las escuelas. Fírma la petición.
¿De verdad no has visto esta maravillosa serie?
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.
Los juegos de Hollywood, o Hollywood Goes Gaming, como se llama en su versión original, es un entretenido documental sobre la historia de la relación entre la industria de los videojuegos y del cine, siendo ambas las dos principales industrias de entretenimiento a día de hoy (la del sexo bajo demanda no es legal, aún). ¿Cómo que la industria del videojuego no da dinero? Si lo dice el Mundo tiene que ser completamente cierto, que fueron los únicos que dijeron la verdad sobre la conspiración del 11-M.
Seguramente tu mayor aspiración en la vida sea y será demostrar a tus amigos de infancia y adolescencia cuan lejos has llegado en la vida. Seguramente, también, para eso pienses que la mejor forma de dejarlos boquiabiertos sea comprarte un pedazo de buga que le quite el hipo hasta al cura de tu parroquia que, mientras te toqueteaba, te decía cuan importante era el valor de la humildad. Sí, de esos que tienen tantos caballos que si lo pusieses en vertical te llevaría directamente a La Luna.
Si eres de esos que ya no se tragan ni una de las trola gubernamentales y estás hasta las gónadas de que los grupos de poder manipulen la información, seguramente eres un conspiranoico y estarás deseando tropezar con cualquier contenido que confirme y justifique ese sentimiento de hastío y repulsa para con las versiones oficiales. Como pasa con las ideas políticas, da igual lo que te argumenten en contra, que siempre pensarás que te están mintiendo; mientras que en cuanto te digan algo que entra en consonancia con tus valores y suposiciones, lo vas a creer a pies juntillas.
Tenía pensado hablar de esta serie documental más adelante, pero dado que parece que hemos tenido una semana algo movidita en cuanto a incidentes aéreos, he adelantado su presentación, para aquel que no la conociera ya.
Mayday es una serie documental producida por terceros y emitida en España -y creo que en todo el Mundo- por National Geographic Channel (el original aquí), que parece tener ya unas cuantas temporadas a sus espaldas.
El documental comienza contándonos, de forma breve, la historia de los inicios del budismo en China y el renombrado templo o monasterio de Shaolin (página oficial), ubicado en la Montaña Song Shan (provincia de Henan). Hace un repaso, también breve, a la figura de Da Mo o Bodhidharma, quien se dice padre el Kung fú (sí, sí, aunque no te lo creas, no fue David Carradine el padre de este legendario arte marcial).
Es de suponer que hay algo más que corcho endurecido en el espacio que hay entre tus dos orejas y que, cuando menos, te sorprende, si no te maravilla directamente, lo increíble y fascinantemente variada que se presenta La Madre Naturaleza. Si eres de esos que disfrutan descubriendo cosas que ni se te había pasado por la cabeza que existían, hay multitud de documentales que puedes ver para mantener activa tu red neuronal y mantener vivo tu disfrute por los nuevos conocimientos.