reflujos cuánticos de ocio y ludopatía
¡Madre mía! Vía Vida Extra acabo de ver un vídeo del modo multijugador del próximo God of War. No me mola mucho lo de la idea multijugador, pero los gráficos son la repera. Lo de partirle la mandíbula de un tajo al gigante es acojonante.
Promete horas de diversión salvaje. Es que sacan lo peor de mí.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Sony quiere joderme la vida, seguro. Ya había dejado lo de los videojuegos, de verdad de la buena. En los últimos meses si encendía la PS3 era para alquilar alguna peli o, directamente, para reproducir un BluRay. Nada de juegos. Lo juro por la cuquita del niño Jesús. Pero claro, han decidido sacar un nuevo GoW. En fin, habrá que esperar un año…
Esta franquicia es mi debilidad.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Muchas son las veces que he dicho que me hubiese gustado programar algún juego. Envidiaba, con esa envidia sana, pero de verdad que sana, a todos aquellos que, con pocos años más que yo, incluso algunos con menos, dejaron su impronta en la historia de los videojuegos. Está claro que casi idolatraba a Víctor Ruíz por su Abu Simbel Profanation, que siempre quise portar a otros ordenadores (y que utilicé para un prototipo sencillo con MonoTouch y MonoGame, o XNATouch).
La madre que parió a la App Store y a los fanáticos que rememoran grandísimos juegos, tanto como para reversionarlos (incluso mejorarlos gráficamente) para los dispositivos móviles. Otra mañana de domingo tirada por el retrete.
Si no eres capaz de reconocer estos dos juegos, o eres demasiado joven, o estuviste muerto de cintura para arriba en la década de los ochenta y principios de los noventa. Son obras de arte que no requieren presentación.
Es que cada vez que lo veo, me gusta más:
Visto originalmente en el blog de adastra.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo.
En un par de semanas saldrá a la venta. Aunque yo esperaré hasta que baje de precio. Pero reconozco que tengo muchas ganas de ponerle las manos encima.
Aunque resulte increíble, aún no he usado la PS3 para jugar en lo que va de año 2011. Bueno sí, repetí el God of War III en marzo. Nada más.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
De verdad, de verdad de la buena, mami. Una partida más y apago la luz. La última. Si solamente llevo veintinueve horas de juego acumuladas.
Es la última vez que reinstalo el Sudoku en mi iPhone.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.
Ya decía ayer que apenas juego (vamos, lo que digo siempre). Uno de tantos motivos por los que apenas escribo reseñas de juegos en mi vertedero particular de despropósitos. Tampoco de asuntos más genéricos relativos o asociados con la industria del ocio electrónico. Apenas conozco, y menos tengo aún, experiencia sobre el asunto. Sin embargo, decidí escribir la entrada de ayer y esta segunda parte (y conclusión), justo cuando terminé de jugar a Darksiders y me tragaba los créditos finales.
Hace diez meses escribía una entrada [¿Será 2010 un año para jugar?] preguntándome si acabaría descalabrando mi carrera profesional debido a la cantidad prevista de juegos que se publicarían durante el año de uno de los géneros que a mí particularmente me gustan, más los del año anterior que aún no había jugado. Por fortuna mi carrera profesional no corre peligro —lo que se puede interpretar de muchas maneras, entre las que podría caber la de «no existe ya carrera profesional que destruir»—, pero lo cierto es que diez meses después ha resultado que, efectivamente, ha sido el año que con bastante diferencia más he jugado.
He decidido intentar enseñar a mi sobrino algunas ideas de programación de videojuegos. Para ello he optado por familiarizarme con Unity 3d. No desesperen aún, en algún momento de un futuro cercano me reventará el cerebro y esparciré mi serrín mis sesos encima de la mesa.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.