reflujos cuánticos de ocio y ludopatía

El Príncipe vuelve

Si el príncipe de España fuese como éste, sería monárquico. Pero como es un Borbón, seguiré siendo republicano. El trailer y la música me encantan. Sospecho que caeré una vez más en mi debilidad consumista que me lleva a la perdición cada mes. Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

Un juego que no merece la pena: El poder de la fuerza

Con la llegada de la PS2 a mi vida retomé el jugar a grandes producciones de los videojuegos, aunque no con demasiado interés. Cuando llegó la consola, llevaba años sin jugar a videojuegos (una lástima, porque estimula el córtex cerebral), y estuvo bastante tiempo en la caja sin ser usada. La maquinita la usaba y la he usado de Pascua a Ramos y no me acordaba de ella salvo cuando caía un juego interesante en mis manos, cosa no demsiado común.

Remakes para el jugador casual

Volvemos a la carga, después de varios domingos de absoluto abandono, a incluir una nueva gran aportación que dará sentido a la existencia de muchos jugadores casuales, que además no quieren gastarse un céntimo. Hoy toca reseñar aquello que muchos niños, viciados con sus ordenadores y juegos en cinta, quisieron verse haciendo cuando fueran mayores y no se atrevieron nunca a realizar. Hablo de aquellos que soñaban con ser programadores de videojuegos, pero que al final, los más atrevidos, acabaron haciendo a ratos y muchas veces de forma un tanto cutre.

Un documental que podrías ver: Los juegos de Hollywood

Los juegos de Hollywood, o Hollywood Goes Gaming, como se llama en su versión original, es un entretenido documental sobre la historia de la relación entre la industria de los videojuegos y del cine, siendo ambas las dos principales industrias de entretenimiento a día de hoy (la del sexo bajo demanda no es legal, aún). ¿Cómo que la industria del videojuego no da dinero? Si lo dice el Mundo tiene que ser completamente cierto, que fueron los únicos que dijeron la verdad sobre la conspiración del 11-M.

Más de los 8 bits para el jugador casual

¿Cómo llevamos la pulsión de muerte? ¿En particular el deseo de ver a tu jefe repartido por FEDEX, en cachitos casi infinitesimales, alrededor del planeta? Bueno, para tranquilizar los ánimos y desconectar un poquito, preparando la mente para el lunes, vamos a dedicar otro día de domingo a desarrollar los buenos hábitos que requiere la gente sana y que se refleja, mejor que en cualquier otro arquetipo, en el perfil del jugador casual.

La PS3 para el jugador casual

Tras la fiebre de la novedad de los primeros días, en el que he pasado más horas que de costumbre aporreando el mando, las cosas vuelven a su normalidad y miro a la PlayStation 3 de 80 Gb como un recurso más para pasar unas pocas horas, que es lo sano, a la semana jugando a juegos que no entrañen excesiva complejidad social. Los mundos virtuales de comunidades cibernéticas se los dejo a los que tienen poca autoestima y desean hacerse un hueco de reconocimiento y éxito en el universo, y como en este no pueden lo intentan en el otro.

Blu-Ray, PlayStation 3 y la terrible estupidez humana por querer ser el primero

Hoy domingo tocaría otra entrega de la fascinante serie dedicada a los jugadores casuales, pero no va a poder ser. Hoy voy a hablar de lo alucinado que estoy con la calidad de mi televisión LCD de 32" y de cómo he descubierto que ya no podré vivir sin la calidad de alta definición que da el Blu-Ray. Ayer, después de mucho tiempo dejándolo pasar, decidí coger la colección de juegos originales que tenia para la PlayStation 2, junto la consola portátil Nintendo DS y me presenté en la tienda de la franquicia Game del Centro Comercial Siete Palmas.

Viejos tiempos para el jugador casual

Hoy domingo toca otra entrada en mi bitácora destinada a los jugadores casuales. En este caso para aquellos afortunados que poseyeron un magnífico e inigualable ZX Spectrum y quieran revivir momentáneamente aquellos tiempos. Como digo, estas entradas están orientadas a los jugadores casuales, que ven el jugar con ordenadores como algo sano a lo que no dedican más de una hora cada cierto tiempo. Sin embargo, si eres de los que viven para jugar o de los que necesitan reconocimiento social y solo lo encuentras en los mundos de fantasía al estilo World of Warcraft, dejándote horas y horas cada día para conseguir subir de nivel y, con ello, demostrarte que sirves para algo, entonces, si es así, esta serie de artículos no es para ti.

Pasar el rato jugando a viejos juegos de PC

Seguimos en la línea de buscar alternativas a eliminar a la parienta y descargar esa presión y frustación que te causa trabajar en lo que no te gusta, con esta tercera entrega para el “jugador casual”. En esta ocasión, en lugar de centrarnos en juegos creados o adaptados para las máquinas modernas, vamos a darte la oportunidad de disfrutar de viejos clásicos. Si eres de esos que ya han llegado al ecuador de su esperanza de vida, seguramente agradecerás recordar durante un rato aquellos viejos juegos que te hicieron pasar tan buenos momentos cuando los granos de la cara te iban a reventar.

Tocar las bolas, o cómo desconectarse echando unas partiditas a juegos de usar y tirar

¿A veces no te pasa que estás hasta las narices de escuchar a la parienta? ¿O a tu madre? ¿No soportas la nauseabunda programación televisiva, con la Patiño como abanderada y su estúpidamente insultante “pues gente que conozco me ha contado…”? ¿Acabó la temporada de fútbol y no eres nadie hasta que vuelva a empezar? ¿Piensas que un libro es un artefacto arcano empleado por los alquimista del siglo xiv? ¿No te llega para comprarte la Xbox 360?