reverberaciones de una existencia

Tesoros perdidos reencontrados (V): 'El regalo de cumpleaños'

Uno de los primeros cuentos que escribí completo, “El regalo de cumpleaños” también fue mi primera incursión en el género erótico. Primera y última, sospecho. Se lo dediqué a mi amigo Rúbens porque él fue el que me animó a escribirlo cuando le conté la idea. Poco más queda por decir, salvo que lo escribí antes de llegar a la veintena y, hasta esa fecha, no había tenido mucha suerte con el sexo débil, así que me disculpen ellas si hay incongruencias de género.

Empieza el curso...

“¿Quién me mandaría meterme en este berenjenal?”, es lo que estoy pensando ahora mismo. Aún no ha llegado el material, pero la profesora puso ayer en contacto conmigo para dar comienzo a la formación a distancia (o teleformación, como les gusta llamarlo) de “Técnico superior en prevención de riesgos laborales” (paso de poner con mayúsculas la primera letra de cada palabra, como si fuésemos angloescribientes). 600 horas que, traducidas en un calendario, significa que estaré desde el 8 de agosto, ayer, hasta el 9 de diciembre con este tema.

Tesoros perdidos reencontrados (IV): Las hormonas poéticas

Hubo un tiempo, de prolongada y casi perenne adolescencia difícil, en que era muy enamoradizo y tenía los sentimientos -los buenos y los malos- a flor de piel. Un día, hablando con una buena amiga a la que quería con locura (en el sentido platónico de amistad), le solté lo que pondré a continuación. Le gustó mucho, así que lo usé en más de una ocasión cambiando la destinataria. Un claro uso de reutilización de algoritmos.

Tesoros perdidos reencontrados (III): 'Mi amigo Rogelio'

Hace mucho tiempo me atraía la idea de escribir. Escribir cuentos, novelas, etc. Hice varios intentos y llegué a terminar algún relato corto. Algunos se publicaron en el fanzine de la Escuela de Informática, llamado “Eyaculación Digital”. Otros quedaron guardados o no llegaron a tiempo a la imprenta. Como reencontré el Super Kutre Invaders también recuperé varios de esos cuentos. Algunos almacenados aún en versión Word Perfect para MS-DOS (¿Alguien recuerda lo cutre que era comparado con los modernos procesadores de textos?

Tesoros perdidos reencontrados (II)

Rezan que la amistad es un tesoro que no debe perderse. ¿Pero quién no se deja llevar, en algún momento u otro, por las mareas de lo cotidiano y se olvida de levantar el teléfono o de enviar un correo para saber de la otra persona? Suerte que a veces nos percatamos y hacemos cuanto podemos para nadar contracorriente con tal de buscar un rato, un instante, para ver las caras de viejas amistades.

Tesoros perdidos reencontrados (I)

La llegada del iMac a mi vida ha venido acompañada, en parte de forma casual y, por otra, de forma intencionada, de un período en el que me he estado revolcando, cual cerdo hace en el barro, en objetos, escritos y cosas -en general- que vienen de mi pasado. Me he (re)encontrado con cuentos -muchos incompletos- que escribí hace dos décadas. He tropezado con negativos escaneados en un antiguo escáner que ya ni recordaban que existían.

El ego es malo, pero a veces gusta

Y es que no lo puedo evitar. Esta mañana, al abrir mi correo de Gmail, me he encontrado un correo Flickr de una desconocida, de nombre Emma Williams. En él me invitaban a permitir usar una de las fotos que saqué en París, con licencia Creative Common, para la guía Schmap. Me molesta ser tan poco inmodesto, pero me ha encantado que la hayan seleccionado, aunque sea para la final.

Mi viaje al universo Mac

Mi deseo de tener un Mac se remonta a mucho tiempo atrás. Antes del matrimonio Apple e Intel. Cuando tenía un Commodore Amiga y estaba enamorado de la familia de procesadores 68000 de Motorola. Uno de los mejores juegos de instrucciones que recuerdo. Pero no tenía sentido. Nadie en su sano juicio usaba un Mac como ordenador multiuso en 1990, cuando compré (o mejor dicho, me compraron) mi promer PC, un 386 con apenas disco duro (¿20 Mb?

Volvemos a empezar

Aquí estoy, de nuevo, intentándolo por enésima vez (realmente van cinco con ésta). Esta vez en blogger, aprovechando que soy un googolita de pro. Tal vez por cambiar de proveedor del servicio crea que va a ser diferente… A ver cuánto dura la experiencia esta vez. Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.