reverberaciones de una existencia
Empezamos el miércoles y ya he realizado todas mis grandes aportaciones al Universo que tenía previstas para esta semana. Así que me esperan tres días aburridos. A ver si me dan la lata con algo, aunque sea insustancial. No me quiero imaginar si además tuviese que trabajar el sábado y el domingo…
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.
No puedo evitarlo. Soy un consumista compulsivo. Me compré todas las consolas del mercado y apenas las uso. Hoy he encargado otros dos libros a La Casa del Libro. Este mes ya llevo gastados 180 euros en libros. Libros que luego voy acumulando porque soy incapaz de leer a la velocidad que los compro… ¡Socorro!
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Hoy es un día de esos que podríamos llamar especial con E mayúscula. Hoy hace tres años que me casé con una de las personas que más me han animado y comprendido en mi vida. Gran parte de lo que he llegado a ser se lo debo a ella y su especial inteligencia emocional.
Conocí a la que ahora es mi mujer en el verano de 1998. Fue cuando dejé de trabajar como autónomo y empecé a trabajar por cuenta ajena en una empresa que daba servicios administrativos a La Caja de Ahorros.
Hace ya bastante tiempo hablaba sobre una serie de ocho discos recopilatorios de música que creé, ‘Enjoy the Sound’, buscando la forma de recuperar el interés de una chica con la que estuve saliendo y que me dio la patada. Aunque de forma figurada, el sentimiento fue parecido al sufrido si me la hubiese dado de forma literal en la entrepierna. Aunque mirado de forma retrospectiva el que me dejase es algo que le agradeceré eternamente.
Como nos sucede a todos con cada una de las diferentes actividades lúdicas que experimentamos y repetimos a lo largo de nuestra vida, la Noche de San Juan, en particular, acarrea un compendio de diferentes emociones y sensaciones que han ido sedimentando durante mi existencia. Para mí la Noche de San Juan, además de otras experiencias, está muy ligada a mi abuelo. Para él, ésta noche era especial. Una ocasión más para reunir a su familia alrededor del fuego y contar cuentos o adivinar el futuro a través de las formas del plomo derretido.
Hace unas pocas semanas comentaba que había pasado unos días por Sevilla. En ese mismo post comentaba que se me estaba pasando por la cabeza hacer algún resumen del viaje e iniciar con ello otro arco argumental de entradas cutres. En principio he elegido los martes para ello. De momento, y hasta que se me acaben, cosa que sucederá muy pronto, para los martes sólo tengo los ‘tesoros perdidos’. Así que puedo ir complementando con datos y anécdotas de viajes hasta que encuentre algo con más sustancia.
El año pasado, más o menos por estas fechas, un matrimonio amigo y su tropa de enanos incordio, vinieron a pasar una semana de vacaciones a la isla. Organizándolo todo ellos mismos desde Madrid, dieron con un complejo de bungalows del grupo Dunas, Dunas Maspalomas, que les ofrecía el espacio suficiente para recoger, bajo un mismo techo y a precio razonable, a la familia numerosa. Como no tenemos muchas oportunidades de pasar tiempo con ellos durante el año, mi mujer y yo decidimos coger otro de los bungalows.
… en el Maratón Fotográfico de Mesa y López. ¿O qué pensabas?
Refería ayer que en mi persona se combinaba una extraña mezcla de vergüenza y exhibicionismo. En la parte exhibicionista, por ejemplo, no me importa dar el cante cuando hablo con amigos. No me preocupa lo más mínimo lo que otros piensen de lo que digo o de cómo lo digo. O de hacerlo en Internet, como es el caso de esta bitácora.
Confesaba hace unas semanas que tengo la extraña filia de buscarme, cada cierto tiempo, en Internet. ¿Variante de la egolatría? Pongo mi nombre y apellidos en el buscador y reviso lo que aparece. Así fue como me tropecé con la vieja práctica de Ingeniería del Conocimiento, que supuso la calificación de matrícula de honor para todos los componentes del grupo. O que se usan mis fotos (con licencia CC) en algunas webs.
Con clara intención de confirmar aquello que ya debemos saber todos, por vivido, y que postulaba Zaratustra como eterno retorno, no solo de sucesos y acontecimientos causales, sino también de pensar, sentir e idear, en repetición infinita e incansable, hoy echo de menos coleccionar sellos, como lo hiciera años ha. Sentimiento que me lleva a plantearme re-re-empezar la colección o, mejor dicho, el coleccionismo filatélico, pues lo coleccionado sigue estando y bastaría con retomar donde lo dejé la última vez.