reverberaciones de una existencia

Contra todo pronóstico, sigo con el blog, y traigo algo del pasado: 'Desvivencias'

Pese a lo que yo mismo creía que iba a suceder, que me cansaría al par de días, aún sigo con esta reencarnación de blogs (la quinta, si no he perdido la cuenta). Me lo he tomado un poco más en serio, pero al mismo tiempo con más tranquilidad. En los casos anteriores, cuando decidía ponerme con ello, me lanzaba a escribir tropecientas chorradas durante unos días (algo así como un Big Bang Bloguero), lo que me dejaba exhausto a los pocos días y con pocas ganas de seguir.

Tesoros perdidos reencontrados (VIII): El fanzine de la escuela de informática

Como viene siendo habitual cada martes, hoy traigo otro recuerdo de los que he acumulado en esa especie de cápsula del tiempo que es mi antigua habitación (y sus estanterías) y los CD con las copias de seguridad de algunos textos antiguos. El fanzine de la escuela de informática, que ya he comentado en otras ocasiones se llamaba ‘Eyaculación Digital’, fue un medio por el que un buen grupo de alumnos publicaron todo aquello que creyeron oportuno mostrar.

Celebrando el fin de las vacaciones y el retorno al trabajo

Hoy es lunes, principio de semana, y coincide con el primer día del mes de septiembre. Y hoy retomo la vida laboral, después de algo más de dos semanas. Como a casi todos, de las cincuenta y dos semanas que tiene el año, el tiempo dedicado a trabajar supone unas cuarenta y seis (he quitado otras dos semanas por la cantidad de festivos que tenemos en España). La mayor parte de los años que llevo trabajando -¿catorce?

Y ya van dos...

Mi ego está que va a reventar, de puro hinchado que anda. Ayer recibí la segunda invitación para que otra de mis fotos aparezca en una de las guías Schmap. En esta ocasión para Salamanca, que visité en septiembre de 2002. Como la otra vez, me mandaron un mensaje ofreciendo una url en la que debía aceptar las condiciones para la inclusión en la guía. La foto en cuestión es la que hice a detalles de la fachada de las casa de las conchas con la recién estrenada Nikon Coolpix 5700.

Tesoros perdidos reencontrados (VII): 'La gran cagada'

Dentro del conjunto de relatos que llegué a terminar, pues muchos los comencé y nunca los terminé, hay uno al que le tengo bastante cariño. Se trata de ‘La gran cagada’. Este relato lo escribí justo en una época en la que había retomado el hábito de visitar a Juan Manuel y a Irene. Ambos vivían en el barrio de al lado, a unos cien metros de mi casa, y los dos vivían en el mismo edificio, por lo que me acercaba a casa de Juanma y subíamos a darle la brasa a Jose y a Irene, pero en particular a Irene.

En una semana...

Dentro de una semana me reincorporo al trabajo. Como reza el dicho “del dicho al hecho hay un gran trecho” y, desde luego, las vacaciones no se parecen en nada a lo que tenía en mente. No me lo he pasado nada mal, aunque no como yo esperaba. Al final uno nunca logra desconectar, y menos de la familia. Pero menos aún de las decenas de gestiones que se van dejando pendientes hasta tener un rato.

Viejos tiempos para el jugador casual

Hoy domingo toca otra entrada en mi bitácora destinada a los jugadores casuales. En este caso para aquellos afortunados que poseyeron un magnífico e inigualable ZX Spectrum y quieran revivir momentáneamente aquellos tiempos. Como digo, estas entradas están orientadas a los jugadores casuales, que ven el jugar con ordenadores como algo sano a lo que no dedican más de una hora cada cierto tiempo. Sin embargo, si eres de los que viven para jugar o de los que necesitan reconocimiento social y solo lo encuentras en los mundos de fantasía al estilo World of Warcraft, dejándote horas y horas cada día para conseguir subir de nivel y, con ello, demostrarte que sirves para algo, entonces, si es así, esta serie de artículos no es para ti.

Grados de separación en un accidente aéreo

Mi aproximación al conocimiento de la tragedia aérea de anteayer miércoles fue rara, a falta de ocurrírseme otra palabra mejor. Rara vez veo las noticias en televisión (demasiado deporte y demasiado morbo, en general) y tampoco soy muy aficionado a escuchar la radio. De todo suelo enterarme en Internet, en los varios sitios de noticias a los que estoy suscrito, que van actualizando mi Google Reader. En un momento dado, mientras revisaba varios correos de trabajo, mi mujer se acercó a mí y me comentó que había habido un accidente de un avión de Spanair que había despegado de Madrid con destino Gran Canaria y que había tenido que volver a aterrizar por un fallo en uno de los motores.

Tesoros perdidos reencontrados (VI): Intentos de hacer un cómic

Criado leyendo El Jueves y secreto admirador del Profesor Cojonciano, cuando apareció el fanzine de la escuela de informática, “Eyaculación digital”, tuve ganas de intentar crear y mantener un personaje de cómic. Hice un par de intentos, pero no llegué a publicar ninguno. Soy realmente malo dibujando, así que le evité al resto de los mortales que sufriesen mis trazos. Rebuscando entre las toneladas de papeles que mi Síndrome de Diógenes y yo han acumulado durante tantos años, tropecé con uno de los intentos de hacer algo decente.

Hoy lo importante es que empiezan las vacaciones

Hacía tiempo que no anhelaba tanto un período de vacaciones. ¿Será que me falta algo en mi trabajo? ¿Que me sobra? No lo creo, porque estoy bastante contento, pero tampoco he parado a pensarlo detenidamente. Lo que sí es cierto es que la última semana, desde el miércoles pasado, se ha hecho eterna, deseando a que llegase el día de hoy. Eso y que hoy toca levantarse tarde (o no tan temprano como de costumbre).