Del libro ‘El pornógrafo emprendedor’ me atrajo inmediatamente su subtítulo, «Aventuras empresariales de un ejecutivo que casi triunfa», y no tanto el que versara sobre —supuestamente— pornografía. Si de mí dependiera, como potencial consumidor pornográfico creo que la industria del sexo no habría llegado a florecer demasiado. Pero hay mucho adolescente en cada generación, y mucho adulto que con algo ha de llenar el espacio de tiempo que hay entre dos temporadas de fútbol.
The difference is really in the intention. Imperative DSLs usually specify what to do, and declarative DSLs specify what you want done. — An imperative DSL specifies a list of steps to execute (to output text using a templating DSL, for example). With this style, you specify what should happen. — A declarative DSL is a specification of a goal. This specification is then executed by the supporting infraestructure.
Fluent interfaces are usually useful only during the development process. A fluent interface is probably a good choice if you intend to use it while you write the code, because you won’t have to switch between two languages and can take advantage of the IDE tooling. In contrast, if you want to allow modifications outside development (for example, in production), a DSL tends to be a much better choice.
But while code may be unambiguous to a computer, it can certainly be incomprensible to people. Understanding code can be a big problem. You tend to write the code once, and read it many more times. Clarity is much more important than brevity. By ensuring that our code is readable, clear, and concise, we make an investment that will benefit us both in the inmediate future (producing software that is simpler and easier to change) and in the long term (providing easier maintainability and a clearer path for extensibility and growth).
Aunque no será norma, hoy me permito copiar toda la columna The End que leí hace unos días.
El buen gobernante es aquel que sustituye el apego al poder por la obsesión para resolver. Gobernar es saber anticiparse a los problemas, y jamás y bajo ningún concepto negarlos, diluirlos o, lo que es más grave, crearlos. Gobernar no es ir esquivando los problemas heredados con sonrisita de “yo no he sido”, sino con la entereza del “eso yo lo voy a arreglar”.
Soy consciente que en sesenta años las florituras en la prosa pueden cambiar mucho. De hecho, hasta la propia prosa podría cambiar mucho. Es como las series de televisión. ¿Alguien se imagina cómo podría ser ‘La casa de la pradera’, por poner un ejemplo traído por los pelos, en versión siglo XXI? Desde luego habría bastante más sexo —incluso explícito— y mucha más sangre —rayando el gore— del que hubiera entonces.
If it walks like a duck and it quacks like a duck, then it must be an IQuackFu.
Building Domain Specific Languages in Boo Ayende Rahien Manning
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Empiezo a cansarme —y mucho— de Facebook.
Tengo un amigo, Sulaco, que parece detestar todo lo que rodea —y se aprovecha perniciosamente— de la filosofía de la Web 2.0. En general no estoy muy de acuerdo con él en este aspecto, aunque no le quito que tenga razón en varias cosas. Es como todo: la verdad es retorcida y resbaladiza, mostrando extraños matices según la hora que marque el reloj. En realidad su crítica no va tanto a la Web 2.
It’s considered polite to express intent in code in a manner that will make sense to the next developer who works with your code, particularly because that poor person may be you. A good suggestion that I take to heart is to assume that the next developer to touch your code will be an axe murderer who knows where you live and has a short fuse.
Building Domain Specific Languages in Boo Ayende Rahien Manning
Hace ya unos días que se cumplió mi cuarto mes de estancia en Madrid. De alguna forma se van confirmando los planes dentro de planes dentro de planes que ya sospechaba cuando vine a pasar, en teoría, no más de seis meses. Probablemente cuatro. En buena medida estoy catalizando la peor de las alternativas posibles, pues ya se sabe que el futuro nunca está escrito —del todo—; pero hay cosas que me superan y ando un poco harto de estar harto.