unomascero

'El síndrome del pajar'

Parece que fue ayer cuando leí ‘La meta’ y acto seguido encargué el resto de libros que tenía Goldratt publicados en español. Dice un amigo que a él no le gustaba leer hasta que leyó ‘La meta’. Entonces descubrió el tipo de libro que sí le gustaba leer. «A nadie le gusta leer hasta que descubre el tipo de libro que sí le gusta». Más o menos lo que a mí me pasaba con quince años con la ciencia ficción y la fantasía.

'Google, fábrica de ideas'

Es curioso lo rápido que nos acostumbramos a lo bueno. ¿Alguien se para alguna vez a pensar en cómo eran las cosas hace 15 o 20 años, cuando Internet era algo más cercano a la ciencia ficción que a la realidad de los hogares? Hablo, obviamente, a las generaciones de la década de los 60 y posteriores, que alcanzaron la madurez de la sociedad del bienestar en plena incursión apoteósica de la banda ancha en las casas, la cual se acabó convirtiendo en el desagüe donde se verterían tantas horas y horas despilfarradas delante de los monitores.

'El mundo en imágenes'

Escuchaba a un amigo comentar un día que alguien le recriminaba que «nunca llegarás a ser un buen fotógrafo si no inviertes tiempo comprando libros y estudiando a los grandes». Falta de razón tal vez no tenga esa afirmación, pero lo cierto es que cada uno hace lo que hace por los motivos que a él le da la gana y alcanzará lo que aspire alcanzar por la vía que mejor le parezca.

Mi procedimiento de tratamiento de fotografías (v 1.0)

Soy de dedo nervioso, por lo que no es raro, nada raro, que vuelva de un viaje de 6 días, con mil fotografías. Eso me causa un grave problema, porque no es solo el hecho de traer las tarjetas a reventar, sino la cantidad de tiempo que empleo luego retocándolas o, simplemente, procesándolas. Yo también soy un fashion victim de la moda de disparar solamente en formato RAW, y cuando digo tiempo, es mucho, pero que mucho, tiempo.

'Wyrms'

Mi relación con Orson Scott Card es rara. Me encanta y disgusta a partes iguales su literatura. Se convirtió en persona de mi entera adoración cuando leí, bastante joven, ‘El juego de Ender’, obra maestra donde las haya de la ciencia ficción. Sin embargo, seguidamente, conquistó mi más profundo desprecio -suena un poco fuerte, pero es que estoy intentando dar un toque dramático a la entrada de hoy-, tal vez porque lo idolatraba, con ‘La memoria de la Tierra’ (saga del retorno).

'Allegro ma non tropo'

Leí por primera vez ‘Allegro ma non tropo’ cuando tenía diecinueve años, creo. Tampoco creo no equivocarme al decir que en aquella época, con las hormonas poniendo a prueba cualquier representación o formulación cuántica que pudiera intentarse de su movimiento, que al browniano lo dejaba en calma chicha, fenómeno que provocaba que tuviese la cabeza llena de grillos, como buen estudiante universitario, la interiorización que hiciera del texto no era, con mucho, la más adecuada en relación a su aprovechamiento intelectual futuro.

Fondo de escritorio para autogestión (v0.1)

Confieso, como otras tantas cosas que ya he confesado en esta mi bitácora, que soy un tipo bastante desordenado, en general, aunque esto, me digo a mí mismo, no tiene por qué significar desorganizado. En general siempre sé lo que tengo que hacer en cada momento, aunque es cierto que muchas veces pierdo algo de tiempo buscando las cosas que necesito. Por eso, sí creo que soy desordenador, pero no desorganizado.

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Pues no. La mala noticia es que tengo que pasar de cuatro a seis meses en Madrid. Justo en la temporada más fría… Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal. Por último pedir diculpas por el contenido.

'Dead Set'

Desde que recuerdo, los jueves han sido el día de expulsiones en la empresa para la que trabajo. Desconozco la lógica que subyace bajo esa decisión, pero algún intento de argumentación, más que proveer argumentos válidos, aduce a lo mejor para evitar un fin de semana de desasosiego a los supervivientes. Algo así como afirmar que la memoria emocional colectiva tiene una duración máxima de 24 horas. Que pasado ese tiempo se acabaron las dudas y el sufrimiento.

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Mañana jueves sabremos en qué acaba el culebrón… Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal. Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo.