cosas que agradezco haber descubierto y/o haber vivido

Feliz Navidad

Creo que cuando uno comienza a meter vídeos (y fotos) de otros en su blog, es sinónimo de decadencia. No digo que se enlacen, recurso que yo he utilizado alguna vez. Pero incrustarlos dentro del propio blog… En fin, que cada uno tiene su escala de valores. Hay quienes piensan que comprar ordenadores de la manzana mordida es de prepotentes y otros que perder el tiempo con Windows -o Linux- es de idiotas.

Los pajarillos de la estación de El Barrial Centro Comercial

Hace ya dos meses que la empresa decidió que era más valioso en Madrid que haciendo las veces de responsable de la delegación de Las Palmas. Más allá de los planes dentro de planes dentro de planes que veía en esta decisión, la acogí con los brazos abiertos porque me daba una oportunidad -todo pagado- que no había tenido hasta la fecha: vivir en una gran ciudad. Cuando llegué no tenía ni idea de cuánto duraría.

Dos bandas sonoras para sentir

Hay música que molesta. Hay música que no gusta. Hay música que te acompaña. Hay música que se tararea en el trabajo, ocasionalmente de forma inconsciente. Hay música que se repite; no como el ajo. Y hay música que te hace sentir, que hurga en las entrañas de tus emociones, y que suponen «un antes y un después». Mi biblioteca iTunes tiene mucha música que entra dentro de este último grupo.

«Nobody Knows You When You're Down And Out»

Once I lived the life of a millionaire, Spent all my money, I just did not care. Took all my friends out for a good time, Bought bootleg whisky, champagne and wine. Then I began to fall so low, Lost all my good friends, I did not have nowhere to go. I get my hands on a dollar again, I’m gonna hang on to it till that eagle grins.

Tres años ya

Hoy es un día de esos que podríamos llamar especial con E mayúscula. Hoy hace tres años que me casé con una de las personas que más me han animado y comprendido en mi vida. Gran parte de lo que he llegado a ser se lo debo a ella y su especial inteligencia emocional. Conocí a la que ahora es mi mujer en el verano de 1998. Fue cuando dejé de trabajar como autónomo y empecé a trabajar por cuenta ajena en una empresa que daba servicios administrativos a La Caja de Ahorros.

Fines de semana en Dunas Maspalomas

El año pasado, más o menos por estas fechas, un matrimonio amigo y su tropa de enanos incordio, vinieron a pasar una semana de vacaciones a la isla. Organizándolo todo ellos mismos desde Madrid, dieron con un complejo de bungalows del grupo Dunas, Dunas Maspalomas, que les ofrecía el espacio suficiente para recoger, bajo un mismo techo y a precio razonable, a la familia numerosa. Como no tenemos muchas oportunidades de pasar tiempo con ellos durante el año, mi mujer y yo decidimos coger otro de los bungalows.

Comienza la Navidad

Es obvio que la mayoría de los blogs y de los blogófilos de esto que se llama la web dos punto cero ya habrán comentado -o estarán a punto de comentar- algo sobre la Navidad. Y yo no voy a ser diferente. Así que aquí va el que, seguramente, no será el primero relacionado con el asunto (bueno, el anterior también tuvo algo de ello). Como todo en esta vida, cada uno establece cuándo comienza su Navidad.

Cruzando el ecuador de una semana 'intensa'

Esta semana está siendo particularmente intensa. En el terreno laboral, hablo. Casi doce horas al día, sin contar las que empleo en transporte (público, público), son las que he dedicado a permanecer en el trabajo. Almuerzo dentro de la propia oficina. No me importa demasiado porque es -al menos debe ser- un esfuerzo puntual y me lo estoy pasando muy bien. Aunque resulte asombroso, sí, uno se lo puede pasar bien en el trabajo.

Tardes de sofá: 'Farscape', una serie con la que pasar unos cuantos buenos fines de semana

‘Farscape’ es una de esas series que a poco que seas ligeramente friki te va a encantar. Con cuatro temporadas, una miniserie de cuatro horas, filmada dos años después de la cancelación de la serie, y diez webisodios en camino, es una de las series de ciencia ficción más entretenidas que he visto en los últimos años, pero presenta una de las desigualdad de calidad más pronunciada que recuerdo durante el curso de sus capítulos.

No estoy solo...

En mi admiración por Sagan. Leyendo esto casi se me saltan las lágrimas. Anoche pregunté, empujado por el alcohol, a mi familia que cuántos habían visto la serie Cosmos. Solo mi madre, claro, como se espera de una persona inteligente. El resto no sabían de quién les hablaba. Casi se me saltan las lágrimas de impotencia. Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.