gong del maestro fu en el salón de té

La felicidad nunca tiene grandeza

El Salvaje movió la cabeza. —A mí todo esto me parece horrendo. —Claro que lo es. La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es, ni con mucho, tan espectacular como la inestabilidad. Y estar satisfecho de todo no posee el hechizo de una buena lucha contra la desventura, ni el pintorequismo del combate contra la tentación o contra una pasión fatal o una duda.

Las cosas antiguas no son útiles

—Porque es antiguo; ésta es la razón principal. Aquí las cosas antiguas no nos son útiles. —¿Aunque sean bellas? —Especialmente cuando son bellas. La belleza ejerce una atracción, y nosotros no queremos que la gente se sienta atraída por cosas antiguas. Queremos que les gusten las nuevas. Un mundo feliz Aldous Huxley Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

La muerte como cualquier otro proceso fisiológico

El condicionamiento ante la muerte empieza a los dieciocho meses. Todo crío pasa dos mañanas cada semana en un Hospital de Moribundos. En estos hospitales encuentran los mejores juguetes, y se les obsequia con helado de chocolate los días que hay defunción. Así aprenden a aceptar la muerte como algo completamente corriente. —Como cualquier otro proceso fisiológico —exclamó la Maestra Jefa, profesionalmente. Un mundo feliz Aldous Huxley Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Condicionar el consumo

—¿Y no consumían transporte? —preguntó el estudiante. —Mucho —contestó el D.I.C.—. Pero sólo transporte. Las prímulas y los paisajes, explicó, tienen un grave defecto: son gratuitos. El amor a la Naturaleza no da quehacer a las fábricas. Se decidió abolir el amor a la Naturaleza, al menos entre las castas más bajas; abolir el amor a la Naturaleza, pero no la tendencia a consumir transporte. Porque, desde luego, era esencial, que siguieran deseando ir al campo, aunque lo odiaran.

La felicidad tenía su precio

A la sazón, la gente ya estaba dispuesta hasta a que pusieran coto y regularan sus apetitos. Cualquier cosa con tal de tener paz. Y desde entonces no ha cesado el control. La verdad ha salido perjudicada, desde luego. Pero no la felicidad. Las cosas hay que pagarlas. La felicidad tenía su precio. Un mundo feliz Aldous Huxley Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Imperativos existenciales

Rivera había llevado a Charlie en coche hasta el restaurante Cliff House, que daba a Seal Rocks, y lo había obligado a invitarlo a una copa mientras contemplaba a los surfistas de la playa. No era Rivera hombre morboso, pero sabía que, si iba allí las veces suficientes, al final vería a algún surfista atacado por un tiburón blanco. De hecho, confiaba angustiosamente en que ello ocurriera, porque, si no, el mundo no tenía sentido, no había justicia y la vida no era más que un ovillo enredado y caótico.

Sesgo de confirmación

En economía ese Madrid-Barça se llama sesgo de la confirmación y significa que en la mayoría de las ocasiones sólo estamos dispuestos a escuchar y aceptar aquella información que refuerza lo que ya pensamos. Tendemos a ignorar o menospreciar aquello que nos contradice. Teóricamente el valor de la nueva información es siempre el mismo y, según la teoría del mercado perfecto, las nuevas evidencias son las que sirven para que algunos productos cambien de precio y se alteren las perspectivas de futuro en el mercado.

Test-Driven Development

Test-driven development (TDD) is the obvious example, in which developers increase their ability to respond to change without compromising the stability of their code base, because each known and desired behavior is already codified in a suite of tens, hundreds, or thousands of automated tests that can be verified at any moment. ASP.NET MVC Framework preview Steven Sanderson Apress Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

DSLs imperativos contra declarativos

The difference is really in the intention. Imperative DSLs usually specify what to do, and declarative DSLs specify what you want done. — An imperative DSL specifies a list of steps to execute (to output text using a templating DSL, for example). With this style, you specify what should happen. — A declarative DSL is a specification of a goal. This specification is then executed by the supporting infraestructure.