erupciones de un universo interior inacabado e inalcanzable

Tesoros perdidos reencontrados (XVI): Los primeros diseños para 'Enjoy the Sound'

Estuve dudando en cómo clasificar esta entrada. Podría ser tanto un ‘tesoro perdido’, ya que los archivos originales habían ‘desaparecido’, como una entrada del ‘anecdotario’. Al final ha pesado más el componente de ‘tesoro’, así que lo dejo por esta categoría, porque le doy más importancia al diseño que a la experiencia personal que acompaña al mismo. Al menos eso creo. Hace dos semanas hablé de una chica con la que tuve una relación de cuatro años.

Tesoros perdidos reencontrados (XV): 'Dragón', otro relato cutre

‘Dragón’ fue uno de los últimos relatos que escribí. Una vez más, releyéndo los primeros párrafos entiendo por qué dejé de hacerlo. Escribir, quiero decir. Si creyese que por publicar aquí mis cosas podría perder mi trabajo no lo publicaría, pero esto sirve de recordatorio de las cosas que no debo volver a intentar nunca más. En fin…. Éste no fue publicado en el fanzine de la escuela, pues para cuando lo escribí yo apenas pasaba por la facultad de informática y estaba muy desconectado de todo el ambiente ‘in-cultural’ del movimiento que había detrás de su publicación.

Tesoros perdidos reencontrados (XIV): Algunos diseños

Al poco de llegar el primer PC a casa, por el año 90, mi padre, deseoso de incorporar las nuevas tecnologías a su repertorio técnico, me obligó a conseguirle, contra viento y marea, e incluso jugándome el plato de lentejas si no lo traía pronto, un programa del que le habían hablado maravillas y que se llamaba -y llama- Corel Draw. Al final se llevó un pequeño chasco, porque aunque lo usaba con frecuencia, no era la herramienta que esperaba.

Tesoros perdidos reencontrados (XIII): Eddy

Animado por la publicación en el fanzine de la escuela de varias cosas anteriores a mi entrada en la escuela de informática, escribí algunas cosas completamente nuevas y específicas para él. Una de ellas fue el relato corto ‘Eddy’, que escribí teniendo en mente a un compañero de la carrera, Eddy Josafat. Ya no tengo el fanzine original en el que se publicó, ni tampoco encuentro el archivo con el texto original, así que he recurrido al archivador donde guardo una copia impresa de casi todo y lo he escaneado.

Tesoros perdidos reencontrados (XII): El discurso de la orla

No soy muy amigo de eventos multitudinarios y menos aún de convertirme centro de atención de intensas miradas, pero acepté orlarme con los compañeros -después de estar varios años desconectado de la facultad- y, aún más increible, acepté el reto de preparar el discurso y -lo que mirado retrospectivamente me parece toda una proeza personal- compartir escenario con el compañero José para leerlo delante de los familiares y amigos, desconocidos todos ellos, de mis compañeros de clase.

Tesoros perdidos reencontrados (XI): Las noticias del fanzine

Llevo ya unas semanas contando batallas sobre el fanzine de la escuela de informática, la ya conocida Eyaculación Digital, y hoy no va a ser diferente. Del fanzine solía encargarme de la página de noticias que, desde luego, no eran más que tonterías extraídas y adaptadas a partir de los sucesos que acontecían en nuestro entorno durante aquellos años. Ha sido toda una sorpresa tropezarme con los archivos conteniendo las noticias de tres de los números publicados, aunque no están todos.

Tesoros perdidos reencontrados (X): Oda al tabaco

A vueltas con la Eyaculación Digital, aproveché mucho del material que había generado -excretado para algunos- durante los años anteriores. Creo que fue en COU cuando escribí unos pseudo versos porque detestaba el olor del tabaco y del aliento de la gente que fumaba. Al menos la primera versión, porque años más tarde, en segundo de ingeniería industrial, recuperé parte y reescribí el final. El segundo manuscrito aún lo conservo.

Contra todo pronóstico, sigo con el blog, y traigo algo del pasado: 'Desvivencias'

Pese a lo que yo mismo creía que iba a suceder, que me cansaría al par de días, aún sigo con esta reencarnación de blogs (la quinta, si no he perdido la cuenta). Me lo he tomado un poco más en serio, pero al mismo tiempo con más tranquilidad. En los casos anteriores, cuando decidía ponerme con ello, me lanzaba a escribir tropecientas chorradas durante unos días (algo así como un Big Bang Bloguero), lo que me dejaba exhausto a los pocos días y con pocas ganas de seguir.

Tesoros perdidos reencontrados (VII): 'La gran cagada'

Dentro del conjunto de relatos que llegué a terminar, pues muchos los comencé y nunca los terminé, hay uno al que le tengo bastante cariño. Se trata de ‘La gran cagada’. Este relato lo escribí justo en una época en la que había retomado el hábito de visitar a Juan Manuel y a Irene. Ambos vivían en el barrio de al lado, a unos cien metros de mi casa, y los dos vivían en el mismo edificio, por lo que me acercaba a casa de Juanma y subíamos a darle la brasa a Jose y a Irene, pero en particular a Irene.

Tesoros perdidos reencontrados (VI): Intentos de hacer un cómic

Criado leyendo El Jueves y secreto admirador del Profesor Cojonciano, cuando apareció el fanzine de la escuela de informática, “Eyaculación digital”, tuve ganas de intentar crear y mantener un personaje de cómic. Hice un par de intentos, pero no llegué a publicar ninguno. Soy realmente malo dibujando, así que le evité al resto de los mortales que sufriesen mis trazos. Rebuscando entre las toneladas de papeles que mi Síndrome de Diógenes y yo han acumulado durante tantos años, tropecé con uno de los intentos de hacer algo decente.