sopa con tropezones y familiares
Tal día como hoy, justo hace un año, comentaba que tocaba pasarlo en Madrid y que mi mujer decidió acompañarme allí. Fue una buena Noche Buena. En compañía de ella, con una buena cena y disfrutando luego de un rato de televisión antes de acostarnos a dormir. Sin embargo, tal como decía en aquel momento, estábamos los dos solos. Siempre se echa de menos a la familia en estas fechas.
Tal día como hoy, ahora hace ocho meses justos, llegaba a Madrid para comenzar a trabajar en una nueva empresa. Habían sido unos meses inciertos buscando trabajo «cerca de casa» que no habían terminado en nada. Tuvo que ser la oferta de un amigo la que me arrancara del calor de mi hogar para venirme a una ciudad grande como Madrid. Dejé la incertidumbre de la búsqueda infructuosa de trabajo en Las Palmas por la incertidumbre del día a día en Madrid.
Pues eso, que he venido a Las Palmas a pasar unos días con mi mujer y mi familia. El día 9 es festivo en Madrid y solicité lunes y martes como días de vacaciones. Total, si finalmente acaba la cosa en diciembre, pues por lo menos poder ir disfrutando los días que me corresponden. En octubre esta será mi única visita.
En estos días previos he descubierto que Ryanair comienza a operar en noviembre los viernes por la tarde.
Hoy toca brevedad. A la mayoría —quizás los más afortunados, y yo me considero uno de ellos— se le presenta un día de visitas familiares: los abuelos, los tíos, los suegros, los padres, los hermanos, los sobrinos, etc., etc. Así que hoy dejaré tranquilo al Universo absteniéndome de verborreas y, simple, llana y sinceramente, deseo a todos y a todas unas muy felices fiestas. A poder ser con aquellos y aquellas con quienes prefieran estar.
Creo que tendría 6 o 7 años cuando en Televisión Española comenzaron a emitir los capítulos de Mazinger Z. Si no recuerdo mal lo hacían después del telediario, a las dos y media de la tarde, y únicamente emitían los sábados. Como todo niño la gran mayoría de los niños de mi edad, porque también los había raritos a los que no les gustaba, alucinaba con la serie de dibujos más cañera que recordaba; con esa edad tampoco es que hubiera visto mucho digno de recordar en un sistema en el que, en la práctica, solamente existía una cadena de televisión y era pública.
Para cuando esto se publique —dichosa manía de que cualquier cosa que haya escrito para este sitio se publique a las 8:30 de la mañana; sin excepción— ya debería estar en casa de algún familiar, seguramente mi hermana, disfrutando como niños con el rito de intercambio de regalos. No es que suframos un grave caso de «síndrome de Peter Pan». En mi familia, de forma tradicional, se vive el Día de Reyes, y todos los anteriores, con especial entusiasmo.
Hoy, como último día de 2009, merece hacer un poco de repaso. No deja de ser una tontería, pero es que también es el último año de la primera década del siglo XXI. Suena más rimbombante, pero no por sonar mejor deja de ser exactamente lo mismo. A fin de cuentas, si los humanos hubiesen optado por fijarse en otro evento para marcar el calendario, hoy podría ser el último día de la vigésimo tercera semana del año cuatro mil setecientos treinta y tres desde que la Sagrada Rana de la Charca Seca Desde Hacía Más De Una Década Croó Su Gran Lamento y El Gran Dios del Cielo Respondió Con Las Grandes Lluvias Torrenciales de Cuarenta Días Que Purificaron El Mundo y Limpiaron De Pecado Las Almas De Los Hombres.
Creo que cuando uno comienza a meter vídeos (y fotos) de otros en su blog, es sinónimo de decadencia. No digo que se enlacen, recurso que yo he utilizado alguna vez. Pero incrustarlos dentro del propio blog… En fin, que cada uno tiene su escala de valores. Hay quienes piensan que comprar ordenadores de la manzana mordida es de prepotentes y otros que perder el tiempo con Windows -o Linux- es de idiotas.