suspiros efímeros de un tiempo insignificante

Una de Apple

Rebuscando entre los textos que tenía en borrador, me he tropezado con una entrada dejada a medias en la que hablaba de lo «no tan bueno» de Apple. Aunque la he reescrito casi completamente, viene bien al caso porque lo que hicieron el otro día los de Apple es para crucificarlos. Aunque por otros motivos a los que me llevaron a escribir la entrada original. Mira que llevo tiempo arrastrando cuentas y dándole vueltas a pillar otro portátil.

Mono 3.0

Estaba peleándome a altas horas con Jenkins, Subversion, Maven, Sonar, Java, C# y la madre que los parió cuando mi agregador RSS me informa que Miguel Icaza anuncia Mono 3.0. Estoy alucinando. Este hombre es un crac. Deseando que saquen ya la distribución para OS X que, entre otras cosas, esperan poder incluir F# 3.0. De mayor quiero ser como este tío. Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

La tozuda realidad

Es un hecho corroborado por generaciones pasadas, y corroborable por las venideras, que la tozuda realidad acaba imponiéndose siempre. Que se lo pregunten a Rajoy, que de esto sabe mucho, y que ya declaró hace unas semanas que no hacía lo que quería no porque no quería, sino porque la realidad era distinta a lo que él suponía que tenía que ser cuando pensaba que era de otra forma. Vamos, un discurso a lo Monty Python en toda regla.

Impulsos irrefrenables, desórdenes compulsivos (Coursera, again)

Me levanté esta mañana con prurito en el espíritu, de ese que no curaría ni el ronroneo de un gato, por no haberme inscrito en algunos de los cursos que ya estaban empezados en Coursera. En particular me llamaban poderosamente la atención Model Thinking e Introduction to Mathematical Thinking, pero no he querido arriesgarme porque me parecen de esos cursos densos que es mejor enfrentar desde el principio y con la mente especialmente fresca.

Quebrantasesos (a.k.a. Coursera)

He sufrido uno de mis episodios de parálisis por sobreexcitación. Entiéndase en las formas o modos que se prefiera, porque creo que los he abarcado todos en un instante. Esta tarde me daban a conocer la existencia de un sitio cojonudísimo: Coursera. «Como eres un tío inquieto, al que le gusta aprender, seguro que te va a gustar el sitio», me decía el cliente esta tarde. Hablo del que vendría a ser mi jefe en el cliente; el que me da las órdenes, me cuenta lo que quiere y me grita lo que no, vamos.

Emprendiendo: Lema Informática

Siempre he envidiado la capacidad que tiene la gente de lanzarse a emprender, siendo yo un tipo cómodo que prefiere esconderse en la guarida de la seguridad que otorga el paraguas de los riesgos ajenos, asumiendo que esto es jugar a la lotería y que puede salir bien, pero que puede salir mal; que a tiempos de vacas gordas pueden seguirle los de vacas flacas. Pero aún así, hay amigos que se lanzan a ello, porque al final es completamente cierto aquello que cantaba Serrat poniendo música a Machado: Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Vaya con el Java…

Después de lo que me pasó hace unas semanas por culpa de un fallo de seguridad en Java 7 y que supuso tener que formatear y reinstalar todo en el ordenador de trabajo, estoy especialmente sensible con el Java. Hoy leo que hay un fallo de seguridad crítico en todas las versiones [@ SecLists.org]. Se hacen eco en JavaHispano. ¿Aún no has desactivado los complementos Java en tus navegadores? Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Y el aspecto final es…

Ayer me hice la primera cura. Hasta este momento no había visto que aspecto tiene la cicatriz que dejó la operación para extirpar el pequeño tumorcillo que tenía en la frente. Imagino que abrir una entrada RSS de alguien a quien conoces, aunque sea de referencia, o acudir directamente a su blog, y tropezarte de buenas a primeras una foto con una cicatriz no debe ser lo que más apetezca a nadie.

Crónica de un tumor extirpado… ¿Definitivamente?

La primera vez que lo vi parecía una picadura de algún insecto que se había dejado un pequeño aguijón dentro. Demasiado pequeño para darle importancia, pero molesto. Anduve hurgándolo hasta que sangró. Y tardó en curar, pero no le conferí demasiada importancia a este hecho. Luego lo vi crecer y, cuando me daba el Sol, más de lo cabal y sanamente aceptable, como he hecho toda mi vida, hincharse, resecarse temporalmente, resquebrajarse y volver a sangrar.

Vaya, eso es un error

Iba a responder los últimos comentarios y me sale esto tras solicitárseme autentificarme nuevamente: Me ha hecho gracia el mensaje. Me encantan los mensajes de error cachondos. En especial el de GitHub (https://github.com/404). «Esta no es la página que andas buscando». Muy jedi eso :-D Como curiosidad me llama la atención la referencia a Memchached (en el mensaje de error sin la d final). Otra de tantas cosas que tengo apuntado curiosear en algún momento del futuro.