En un par de semanas saldrá a la venta. Aunque yo esperaré hasta que baje de precio. Pero reconozco que tengo muchas ganas de ponerle las manos encima.
Aunque resulte increíble, aún no he usado la PS3 para jugar en lo que va de año 2011. Bueno sí, repetí el God of War III en marzo. Nada más.
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Dudaba entre empezar a verlas según la grabación original o según la cronología de la historia. Opté por verlas según la historia, gozando sufriendo primero las más modernas, antes de ver las clásicas. Hacía tanto tiempo que las vi en el cine —tras lo que no volví a verlas nunca— que no recordaba lo tontas que son.
Lo mejor, sin duda, la pelea entre Yoda y Dooku. Hace gracia ver al enano verde dando esos brincos y peleando con tanta vehemencia.
Si alguna vez cantaran mi historia, cuenten que caminé entre gigantes. Los hombres brotan y se marchitan como el trigo invernal. Pero estos nombres nunca morirán. Cuenten que viví en los tiempos de Bill Gates, domador de ordenadores. Cuenten que viví en los tiempos de Steve Jobs.
Inspirado en la secuencia final de Troya:
Sea pues mi tributo personal a un gigante que nos ha dejado.
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Si alguna vez cantaran mi historia, cuenten que caminé entre gigantes. Los hombres brotan y se marchitan como el trigo invernal. Pero estos nombres nunca morirán. Cuenten que viví en los tiempos de Héctor, domador de caballos. Cuenten que viví en los tiempos de Aquiles.
Troya (película)
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Me levanto muy temprano. No mucho más de lo que me obligaba a levantarme el insomnio producido por estrés laboral hace más de un año, pero sí lo suficientemente temprano como para que se note en el cuerpo a lo largo de la semana. El jueves fue una proeza levantarme a las cinco y veinte, cuando sonó el despertador. Mayor proeza supuso desayunar, refrescarme con una ducha rápida y salir a la calle con quince grados para coger el tranvía, luego el tren y, tras hora y media de paseo en total, sentarme en mi puesto de trabajo a las ocho para comenzar una jornada de nueve horas y media.
Pues eso, que he venido a Las Palmas a pasar unos días con mi mujer y mi familia. El día 9 es festivo en Madrid y solicité lunes y martes como días de vacaciones. Total, si finalmente acaba la cosa en diciembre, pues por lo menos poder ir disfrutando los días que me corresponden. En octubre esta será mi única visita.
En estos días previos he descubierto que Ryanair comienza a operar en noviembre los viernes por la tarde.
Leía esta mañana en el ADN la siguiente microrreseña:
Comunicación. Algunos expertos creen que utilizar el PowerPoint contamina el mensaje y nos vuelve más estúpidos, si cabe.
Lo que me mola es el «si cabe» del final. Y, sí, no puedo estar más de acuerdo.
La noticia extendida en la web: http://www.adn.es/lavida/20111004/NWS-1351-Malo-PowerPoint-estupidez-criticas-Frommer.html
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Steve Jobs.
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Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito.
Por cuitas culinarias —tan sólo a mí se me ocurre tener el antojo de verdura al vapor cuando mi mujer me dejó el congelador repleto de exquisita comida, suficiente como para alimentarme varias semanas—, anoche no logré acostarme hasta hora y media más tarde de la hora límite que me había fijado para meterme en el sobre; que ya de por sí es tarde. Caí inconsciente en segundos pensando que, al menos cuatro horas y media de sueño serían suficientes para afrontar los retos del día siguiente.
Ahora mismo estoy viendo el programa de Redes 2.0, en el que se confirma que Homo Sapiens y Neandertales hicieron triqui triqui y tuvieron descendencia viable. Desde luego, revisando la imagen que he cogido para ilustrar esta entrada no me cabe ninguna duda que el hijo de puta que andaba tocándome los huevos todo el santo día en la anterior empresa, ascendió por ser —y comportarse como— un verdadero Neandertal.