Empezar el día con mejor talante

Más bien soy enemigo de las cadenas de correos, pero a este vídeo le he cogido cariño. Un buen desayuno, compuesto de una pieza de fruta o un zumo, un café con leche con cereales (tal vez gofio, si la morriña te puede) y una tostada con mantequilla y mermelada, a lo que le sumas este vídeo, y uno enfrenta el día con mejor talante. [Publicado originalmente en mi muro de Facebook el lunes 12 de septiembre]

Música, Depeche Mode y el tren

Tanto tiempo en el tren da para escuchar mucha música, una de las actividades pasivas que más disfruto. Tantos años comprando -con alguna incursión a la cueva de Ali Babá también, lo confieso- traen consigo que muchas veces no recuerde qué llevo en el iPhone, en el que no caben todos los gigas acumulados en iTunes. Cansado de decidir, paso a escuchar ahora de forma aleatoria, lo que tiene la ventaja del redescubrimiento.

Asociación de ideas terrorífica

El tren es un escenario inmejorable que se presta a la puesta en escena de la variada y fértil riqueza de comportamientos humanos que existen. Es raro el día que no vea a alguien que no llame mi atención (y a veces prefiera evitar). Aquí el que parece ser alérgico al agua y nos recuerda que el olfato es también un sentido que duele; allá el que, en guerra simétrica, se ha nombrado paladín de algún fabricante de perfumes; en este otro lado esa guapa y grácil chica que lee con concentración suprema mientras hurga en su nariz, extrae el género con delicadeza, le da forma esferoide y lo proyecta al infinito en certero movimiento de índice y pulgar sin perder la línea de la página que la entretiene; o el que lleva unos auriculares del tamaño de dos sandías de premio Guines, siguiendo el ritmo musical con el cuello, que mientras canturrea para sus adentros se mete la mano en los pantalones para amansar -y masajear- a las ladillas compañeras; cuando no es un hombre orquesta maltratando guitarra y tímpanos a la espera de que sus esfuerzos fueren recompensados con una transferencia de riquezas en su beneficio, una misionera de algún credo extraño y contemporánea de Matusalén que ruge los milagros de un dios ausente, o aquella del fondo, que bosteza con tal naturalidad y tal carencia de inhibición que se puede saber lo que ha cenado anteanoche.

Cowboys & Aliens

Esta noche ha tocado cine: ‘Cowboys and Aliens’. Sin ser una maravilla (¿y quién lo esperaba?) es cierto que mantiene cierto interés hasta el final y, de hecho, algún que otro sobresalto te llevas. Para mi gusto se deja ver. Al menos más que la de Conan. [Publicado originalmente en mi muro de Facebook el 4 de septiembre] Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Lo mejor de la vida

Hoy (ayer) he visto el remake de Conan. Aunque no sales con ganas de arrancarte los ojos, dos horas de película, parrillada de cachetones con guarnición de ensalada de efectos especiales (en 3D para más recochineo), todo ello junto y sumado, no pueden competir con la intensidad dramática de la respuesta de 10 segundos del chuarcheneger a la pregunta “¿Qué es lo mejor de la vida?” en la versión original XD

Amanecer en el tren

Aunque mis amigos no terminan de entenderlo, y reconozco que echo un buen puñado de horas a la semana en el tren, sigo disfrutando como un niño contemplando los amaneceres desde un vagón en movimiento. Lástima que la mayoría de la gente que viaja conmigo vaya blindada en su propio universo minúsculo con la mirada baja. [Publicado originalmente en mi muro de Facebook el 1 de septiembre] Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Parla y 30 Mb

Llevo una semana viviendo en Parla y ya tengo Internet. Perdón, ahora sí puedo decir “¡¡TENGO INTERNET!!” Primera vez que tengo fibra. 30 megas. Las páginas no se descargan, se materializan en el acto. Qué vertigo, madre mía XD [Publicado originalmente en mi muro de Facebook el día 31 de agosto] Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

Bichos, fábulas y patrones

A John (Forbes) Nash, mente maravillosa donde las haya, le perdían los patrones, existiesen o no. A mí las formas literarias, los géneros narrativos y las figuras retóricas. Aquí yo veo La fábula del banquero y el hipotecado. También vale la del político y el votante o, tal vez por ser más actual, la de Rodrigo Rato y el trabajador. Apostilla: Madre mía cómo se las gasta el bicho de los cojones.

'Un economista de letras'

Completando la cesta de la compra en una librería de Internet para que el envío me saliese gratis, en una de esas tantas ocasiones en las que acabo considerando la VISA el mejor y el peor invento de la Humanidad, me dejé seducir por el título de un libro que me resultó interesante y acabé pasando por caja con él, sin apenas conocer del susodicho libro poco más que el título que habían elegido para sacarlo al mercado, como en tantas otras ocasiones he hecho en el pasado.

Alive

Estoy vivo. Aunque la ausencia de entradas publicadas durante los dos últimos meses de lugar a pensar lo contrario. Sigo vivo, sí. El calor de Madrid no ayuda; al menos a querer seguir estándolo. A veces te planteas si no estarías más a gusto bajo dos metros de tierra que sudando de forma infinita por cada poro y encharcando cada pliegue de piel, allí donde dos masas de carne, de tu propia carne, entran en contacto.