Fin de la emisión


Esta entrada ha sido recuperada gracias a Wayback Machine de un blog que mantuve en La Coctelera.


Llevo ya un tiempo buscando la forma de explicarlo. Quería un post corto, pero al mismo tiempo sumamente explícito, con todo tipo de detalles. Sin embargo creo que aplicaré aquello de cuanto más rápida sea la despedida, mejor. Principalmente para evitar el aburrimiento del lector.

En fin, que no terminaba de encontrar mi estilo en la blogosfera (y ya van varios intentos desde 2005) y, para ser un mero repetidor de cosas que acontecen y de citas de otros, casi que opto por dejar de alimentar éste mi último blog (el resto los abandoné hace mucho). Se acabó. Seguiré, eso sí, subiendo fotos a la cuenta flickr, que al fin y al cabo es lo que realmente me gusta, por el momento. Esmeraré un poco más mis comentarios en las fotos, eso sí.

Para los que gustaban de leerme, por eso de enterarse qué tal iba mi vida, decirles que las relaciones virtuales no me molan mucho. Al final siempre quiero ver a la gente, pues la experiencia de los sentidos no la suple ningún vínculo textual, ni ocasional ni continuado. Contar mis experiencias en personas me producen más placer que andar lanzando textos al vacío. Y he de confesar que la experiencia ha permitido que conozca a gente increíble. Eso sí, seguiré leyendo y comentando a todos aquellos que satisfacen mi inquieta mente, con historias originales que realmente merecen la pena ser leídas. Podría dar recomendaciones sobre los mejores blogs a leer, esos que tienen su propio estilo creativo y no caen en el pecado de la mediocridad de coger de aquí y de allá intentando llenar vacíos… pero creo que ya todos sabemos quiénes son los premiados y quienes los perdedores. Al menos en cuanto a mis gustos personales se trata.

Quería ser más breve, pero me han podido las ganas de dar innecesarias explicaciones.

He buscado por todas partes el botón para borrar esta bitácora, pero se ve que no lo ofrecen; y soy muy ganso como para borrar los artículos anteriores uno por uno (o por grupos). Los dejo como muestra de lo que fue. Como mensajes dentro de botellas que vagarán indefinidamente por el cosmos virtual.

No me arrepiento del tiempo invertido en este blog, pero ya no me aporta nada. Simplemente mis inquietudes se mueven en otros círculos ahora mismo.

Quiero agradecer a todos los que en algún momento se tomaron la molestia de leer los textos o visualizar las imágenes que por aquí dejé; pero quiero agradecerlo en particular a todos aquellos que además dejaron su huella en forma de comentarios.

Va siendo hora de terminar el rollo. Como no he podido borrar, les dejo a modo de despedida una bonita carta de ajuste.

Nada. Que no consigo ser breve ni que me vaya la vida en ello.

Adiós.