La PS3 para el jugador casual

Tras la fiebre de la novedad de los primeros días, en el que he pasado más horas que de costumbre aporreando el mando, las cosas vuelven a su normalidad y miro a la PlayStation 3 de 80 Gb como un recurso más para pasar unas pocas horas, que es lo sano, a la semana jugando a juegos que no entrañen excesiva complejidad social. Los mundos virtuales de comunidades cibernéticas se los dejo a los que tienen poca autoestima y desean hacerse un hueco de reconocimiento y éxito en el universo, y como en este no pueden lo intentan en el otro.

Aunque un poco viejo, en este artículo se realiza una descripción del jugador casual confrontado contra el jugador hardcore, término curioso y tal vez desafortunado para designar a un inocente jugador y salvo que te induzca a pensar en música de ese subgénero demoníaco, traerá a tu mente escenas de fuerte contenido sexual que ni dos rombos podrían prevenir. Leyéndolo me doy cuenta de cuan acertado es ese perfil: soy guapo e inteligente, entradito en años pero de mentalidad jovial, tengo poder adquisitivo y, además, lo que quiero es entretenerme, pero sin complicarme. ¡Coño! Parecer un anuncio de contactos del tipo “chico busca chica para…”.

Entre dos y cuatro horas a la semana es más que suficiente para satisfacer la necesidad de ocio que me podrían aportar los juegos. Los años de adicto a los videojuegos quedaron atrás hace mucho mucho mucho tiempo. Me curé de mi perversa desviación casi al mismo tiempo en que Darth Vader se transformaba en buena persona de nuevo. Los juegos deben relajar, cuando estás muy cansado para un libro, y sí deben sustituir a la televisión, que debería ser el último recuerso para alguien que desee mantener su cerebro lo más intacto posible con el transcurso de los años. Pero invertir más de cuatro horas en jugar a videojuegos a la semana es algo que no debería ser prolongado durante varias semanas o lo pagarás caro. Es como la masturbación: no lo hagas con mucha frecuencia o te quedarás ciego.

La siguiente lista podrá explicarte qué se puede esperar de ti en función del tiempo que pases jugando a juegos de ordenador o de videoconsola. Por tanto, ¿cuántas horas a la semana dedicas a videojuegos? Sí, también valen, y cuentan especialmente, las horas que te escaqueas del curro delante del monitor jugando a algún juego en flash, mientras la maliciosa página de la que te lo has descargado te infla el Windows del trabajo a virus.

• Menos de 2 horas: Si has nacido antes de 1968 es comprensible. Las videoconsolas y los ordenadores de 8 bits aparecieron cuando tu mente se había endurecido demasiado para apreciarlas en su totalidad. Si naciste después de ese año creo que eres un peligro en potencia. Deberías revisar tus fundamentos personales, porque no saber disfrutar y aprovechar el recurso de los videojuegos para complementar otras alternativas de ocio. Debes ser un tipo muy frustrado, así que habrá que tener cuidado contigo.

• De 2 a 4 horas: Eres un tipo muy equilibrado que sabe cómo complementar su existencia con fuentes alternativas de ocio. Dice mucho de ti que no pienses sólo en el trabajo y/o en las mujeres. Serías una persona de mi completa confianza, pero no te prestaría dinero. El que avisa no es traidor.

• De 6 a 10 horas: Si no tienes menos de 16 años, no hay una justificación clara para esta desviación. Siendo menor de esa edad es posible que seas muy pequeño para apreciar la sexualidad y/o tengas tanto acné en la cara que los especímenes del sexo contrario no se te acercarían ni para pedirte la hora. Es comprensible, entonces, que te desfogues con los videojuegos. Pero si eres mayor de 16 años empezaría a preocuparme. Presentas claros indicios de sociopatía al preferir pasar el tiempo delante de un ordenador o una consola antes de estar disfrutando de la sociedad. Si, además, ya eres mayor de 25 años eres un peligro en potencia. Prefiero que no te me acerques, que seguramente eres una mala persona. Sin dercartar que tienes propensión a la ludopatía y acabarás gastándote el dinero de la universidad de tus hijos en juegos de azar.

• Por encima de 10 horas: Además de lo dicho en el apartado anterior, lo tuyo es muy serio y ya no hay vuelta atrás. Deberías apreciar la idea del suicidio antes de que sea demasiado tarde y hagas daño a otros, porque se aprecia claramente que tienes tendencias homicidas. Recuerda que te lo advertí. Dicho lo anterior, y esperando que entres en el grupo sano, como yo, y pese a que en el artículo mencionado más arriba sobre los jugadores casuales no hace referencia al dinero que hay que gastar, no hay que despreciar la PlayStation 3 como fuente de entretenimiento casual de forma económica. Cierto es que los juegos, al menos los recién salidos, están a precios desorbitantes. ¿Pero qué clase de degenerado mental paga casi 70€ por un juego? ¡Tío, espera a que lo bajen de precio! Una buena herramienta es prorratear -que no es ir a pos de las ratas de las gestoras de recaudación- el dinero que te gastas en ocio en el tiempo (horas) de placer que te asegura. No se trata más que dividir el importe que pagas por el tiempo en horas que prevés disfrutarlo, sacando una relación euro/hora que indica cuán económico es el placer. La siguiente lista muestra el promedio comparativo de diferentes placeres, ordenados de más a menos caros. No entramos en cualificar los mismos para evitar otros criterios que desvíen la atención.

• Ir de putas: Entre 360 y 1200 €/hora. No se trata que vayas con prostitutas de lujo, se trata que seguramente eres un eyaculador precoz y que no aguantas más de 2 o 5 minutos, así que, extrapolándolo al ratio económico de placer, una hora te saldría muy cara.

• Cenar con los amigos y/o salir de copas: Entre 10 y 15 €/hora. Por supuesto estoy hablando de gente que tiene cierta capacidad adquisitiva y puede ir a cenar con los amigos, que sumando un vino y postres, viene saliendo entre 25 y 40 € por cabeza, más si luego vas a una terraza a rematar la faena, otros 10 o 15 € entre copas, pues ya tienes una fortuna. Estas historias no duran más de tres o cinco horas. O ya estás tan pasado que no sabrás apreciarlas.

• Echar un kiki: Entre 6 y 15 €/hora. Con similar argumento que irse de putas, como serás un eyaculador precoz, y a l precio promedio de los preservativos, extrapolando los dos minutos que aguantas, te sale bastante cara la hora. Cierto que en este caso es presumible que disfruten dos personas y se podría dividir a la mitad, por lo que echar un kiki vendría siendo igual de caro que ir al cine. Pero al menos en el cine no sudas y estas dos horas, no dos minutos. Y si antes hay obligación de cena, la cosa te va a salir muy cara (sumar los costes del apartado anterior).

• Ver la tele: No se conoce. Algunos estudios relacionan que el hábito de ver la tele es apenas poco más perjudicial que fumar, y que a largo plazo supone gastos médicos y psiquiátricos importantes, dando lugar a enfermedades crónicas que costarán, en su tratamiento, un promedio de 5 a 20 €/hora, según patología. Vamos que te va a salir más caro que viajar y ligeramente más económico que echar un kiki (que además es más sano).

• Viajar: Entre 5 y 9 €/hora. Un viaje, normal, puede salir a una persona, normal, entre 120 y 250 € al día, contando todos los gastos de transporte, comidas, regalos, etc., etc. Y como sea que viajar conlleva las 24 horas del día, hasta durmiendo estás disfrutando, cabrón.

• Cine: Entre 3 y 7 €/hora. Una película normal dura cerca de dos horas. Si eres un roñica y llevas las roscas y el clipper de fresa metidos en el bolso, te saldrá poco, pero si los compras allí te vas a dejar un verdadero pastizal en el mostrador, sintiéndote como un giliñanga y con cara de mongólico al conocer el precio, por mucho que te sonría la chica con bigote que te ha servido las mierdas de bebidas y las roscas.

• Comprar un juego de primera mano: Entre 1,8 y 3,25 €/hora. Suponiendo que los juegos cuestan 65 € y que duran, antes de desecharlos, entre 20 y 35 horas antes de aburrirte de ellos, pues te sale casi tan caro como el cine. Si te aguanta más (revisa lo que empleas en cada juego y preocúpate por tus desviaciones), pues más barato.

• Jugar a un juego de segunda mano: Entre 0,7 y 1,5 €/hora. Presupongo que si has esperado a comprarlo de segunda mano no pagarás más de 30 € por él. En general a poder ser, menos de 25 € y suponiendo el mismo tiempo de aguante con ellos.

• Alquilar una película Blu-Ray: Entre 0,65 y 1,3 €/hora. Generalmente lo vas a pasar en pareja y las películas duran un promedio de dos horas.

• Jugar a un juego alquilado: Menos de 0,75 €/hora. Depende de dónde lo alquiles te puede venir costando uno 3 € por dos días. Suponiendo que le echas dos horas cada día (para no pasarte de las cuatro horas semanales que es lo sano), pues se queda en aproximadamente eso. En el Videoclub Oliver los puedes alquilar por 4 € durante 3 días.

• Comprar (y leer) un libro: Entre 0,6 y 1 €/hora. Por supuesto hablo de libros en rústica y de un promedio de 350 páginas. Si eres un lector normal lento, que oscila por 30-50 páginas a la hora, el libro te durará entre 8 y 12 horas. Pero ya sabes, para disfrutar más (y economizar más) puedes leer más lento.

• Jugar a una demo descargada de la PlayStation@Network: Prácticamente despreciable (0€/hora). La mayoría de las demos que puedes descargar te facilitan al menos una hora de juego y son gratis. ¿Por qué las vas a despreciar?

Los últimos seis apartados, salvo leer un libro, los puedes hacer con la PS3. Y todos ellos son más económicos que el cine, que a su vez es más económico que echar un kiki (cascársela también es gratis, lo mismo que jugar una demo; elige lo que más te satisfaga).

En definitiva, que para el jugador casual y que vela por su dinero, jugar a demos o alquilar juegos es una opción nada desdeñable, lo que convierte a la PS3 en un buen proveedor de satisfacción casual (y con satisfacción casual no me refiero a echar un kiki con la máquina, so guarro).

Por cierto, que en la entrada de hoy no he hecho referencia a tus deseos. ¿Cómo van tus pulsiones de muerte? Recuerda que tu jefe también tiene familia que puede quererlo y lo echará de menos. Hazme caso y échate unas partidas, te desahogarás.