Mi experiencia con el Sigma 70-300 1:4-5,6 DG
No se le puede pedir peras al olmo (al menos al que no es transgénico), pero a un objetivo tan barato, se le puede pedir una más que decente calidad de imagen; aunque todo apueste en contra.
Recuerdo que lo compré a escondidas de mi mujer, que aunque es demasiado buena conmigo (y no me la merezco), le preocupa mi tendencia a despilfarran innecesariamente y, con ello, poner en peligro la economía familiar. La excusa de que fuese bastante barato (unos 150 €) coló, aunque sus palabras, viendo el precio al que estaban los “buenos” fueron algo así como “¿Para qué te compras esta mierda de objetivo? Porque si es tan barato debe ser una porquería. ¿No?”. Lo cierto es que tuve mis dudas, pero sabiendo que en 15 días lo podría devolver, me lo llevé con la palabra del vendedor, que me aseguraba que la relación calidad precio no la superaba ningún otro objetivo. Y yo quería un -relativamente bueno- teleobjetivo zoom para mi recién adquirida, de forma indirecta gracias a mi padre, Nikon D50. El 18-55, el objetivo que viene de serie con todas las Nikon de entrada, y el 105 2.8, no resultaban suficientes. Para la mayoría de las ocasiones que merecen la pena fotografias cuando paseas, lo mejor es un buen zoom, como el 70-300 de Sigma.
Hasta el momento en que compré el 18-200, había sido un fiel acompañante en mi bolsa de fotografía, demostrando un comportamiento más que aceptable en muchas condiciones. De hecho me estoy pensando seriamente darle la patada al 18-200, pese a lo que diga el Rockwell de los cojones, y volver a usar el 70-300, junto con el 18-55 (o alguno que lo sustituya), que desde entonces pasa todo el tiempo guardado en un cajón. No he querido venderlo (o regalarlo, que era la otra opción) porque, para mi gusto, ha dado buenos resultados y nunca se sabe cuándo te pueden venir bien esos 200-300 que ahora mismo no tendría con el resto de lentes.
No quiero decir con lo anterior que sea una maravilla o un milagro de la industria óptica. Tan solo es un objetivo de plástico, que se nota de baja calidad de manufactura en general, pero que ha salido bueno y cuyo comportamiento es más que decente, incluso bueno, en la mayoría de las situaciones que tengan buena iluminación. Más que suficiente para gran parte de los fotógrafos aficionados, como yo. Por supuesto me encantaría tener un Nikkor 70-200 f:2,8 VR, que cuesta la nada despreciable cantidad de 1.600 €. Pero como no soy rico y esto es un hobby y no una forma de ganarme la vida, de momento voy bien con lo que tengo hasta el momento. Tal vez dentro de un par de años. ¿Te animas a regalárme el Nikkor?
Con la Nikon D50 el enfoque es bastante lento, aunque aceptable. Con la D200 la cosa va bastante mejor, aunque en condiciones de luz algo limitadas se complica y, además de muy ruidoso, no es raro que tenga que volver al principio para realizar todo el barrido nuevamente, antes de dar con la posición exacta de enfoque. Sin embargo, como decía en el párrafo anterior, en condiciones de buena luz, días soleados por ejemplo, el comportamiento es muy bueno, dando un resultado más que admirable para lo poco que cuesta la lente.
Para mi gusto es una buena lente para el rango 70-200, siendo bastante mediocre, y simplemente aceptable, en el rango 200-300, donde la definición de la imagen cae demasiado, aunque las imágenes siguen siendo utilizables. Cuando lo he usado para retratos, se ha comportado más que bien, dando unos resultados muy agradables gracias a que el bokeh que produce es muy suave.
En fin, que si eres un pobretón que acaba de gastarse una fortuna en un cámara de tipo SLR, pero que aspira a tener algo más de alcance que el ofrecido por la lente de serie (que espero no hayas hecho la bobería de pillarte el 18-200) y quieres experimentar con algo más, aunque sin dejarte el otro riñón en la adquisición, el 70-300 de Sigma es una más que buena opción. En días luminosos lo vas a disfrutar muchísimo. Y en días menos luminosos, pues vas a seguir obteniendo imágenes más que decentes para un fotógrafo aficionado. Siempre te quedará seguir soñando con las lentes profesionales. Tal vez si vendes a tu pareja en el mercado negro de tráfico de órganos… ¿De verdad se te ha pasado por la cabeza hacerle eso a tu pareja?
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
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Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔