Una utilidad muy chula para el Mac: iStat menu
El artículo de hoy se ha tenido que demorar un poquito porque ayer tuve algunos contratiempos que impidieron dejarlo preparado por la noche. Y mientras espero que no vuelva a pasar, le robo un ratito al horario de trabajo para escribir la entrada de hoy.
Hace poco más de un mes que tengo el iMac sobre mi escritorio y sólo puedo decir que estoy encantado con él. Aunque el hecho de sentirme muy a gusto con el sistema operativo de Apple no quiere decir que no sea capaz de percibir y reconocer sus posibles defectos. Hasta la fecha creo que mis facultades intelectuales y mi capacidad de crítica pseudo-objetiva no están demasiado mermadas. Hay mucho mito con Mac, pero desde luego es, a nivel de usuario, de lo mejorcito que hay en el mercado a día de hoy: fiable, sencillo, ligero y muy funcional.
Pasada mi adolescencia casi perenne he huído, como gato del agua, de las doctrinas fundamentalistas. De todas. Fueran deportivas, tecnológicas, teológicas o políticas. He llegado, incluso, a no entender porqué la gente se lanza a discusiones sin sentido por defender ésto o aquello cuando, en el fondo, no gana nada con ello (salvo alguna puñalada o la nariz rota si la discusión se acalora demasiado). En el universo de los ordenadores ya tuve, con doce o trece años, una fase de esas, cuando discutía con primos y amigos si el Spectrum 48k, “teclado de goma”, era mejor que el Commodore 64, en función de la calidad de sus juegos, claro. Leo las discusiones que mantienen ahora los foreros treintañeros sobre si Mac o Windows es mejor y miro retrospectivamente aquellas que tenía yo con un tercio de la edad de estos pubes intelectuales algo envejecidos.
Pero no quiero discutir de eso. Al menos ahora. Tal vez otro día.
Hoy quiero presentar una herramienta o utilidad para el Mac que me encanta. Se trata de iStat menu, de iSlayer.
Hace ya muchos años, cuando hice mi primera instalación “desatendida” (vamos, que no necesité a un equipo de ingenieros de la NASA para echarme una mano en su configuración) del escritorio Gnome en el sabor Red Hat de Linux, encontré que tener siempre visible la carga de CPU me hacía disfrutar de forma inimaginable. Es un tema que dajaré explicar y justificar a los psicólogos biógrafos postmortem, pero me gusta tener siempre presente el consumo de CPU de la máquina con la que estoy trabajando. Tiene que ver, supongo, con mi placer por las gráficas estadísticas, pero es algo que echaba de menos en el XP (comparado con mi ordenador con Linux). Salvo que instalase una aplicación, probablemente con spyware o que te inestabilizaba todo el sistema, no podía acceder a esa información más que por el administrador de tareas. Pero a mí me gusta tenerlo siempre visible y no en una ventana. Cada uno con sus manías. Hay otros que se depilan el pecho, ya ves tú.
iStat es, para mí, una de esas utilidades que pasan casi desapercibidas en el sistema, pero que me ayuda a conocer cómo va la marcha de mi máquina, y a la que inmediatamente recurres cuando detectas o percibes alguna anomalía. Siempre visible en la barra de menú superior y muy configurable, estoy siempre al tanto de qué procesos son los que están poniendo en más de un aprieto a mi nuevo y querido ordenador.
Si hay algo que reconocer al Mac OSX es que es muy ligero y que la estética general de las aplicaciones, que intentan mantener todas ellas, es muy agradable, sin llegar a ser barrocamente sobrecargadas como las de algún sistema operativo moderno que no ha tenido demasiado éxito de ventas. Cuando pulsas sobre alguno de los indicadores se te despliega un pequeño panel, justo debajo, donde se ofrece una mayor cantidad de detalles sobre el indicador de rendimiento.
La instalación de la aplicación es muy sencilla (como casi todo en la filosofía Mac) y te agrega un panel de configuración en la herramienta de configuración general del sistema, permitiendo que todo esté centralizado en un sitio y evitando tener que recordar con qué configurabas cuál. Ahí se pueden elegir diferentes indicadores que se quieran mostrar en la barra superior. Yo los he puesto casi todos, incluso el de velocidad de la red, que me permite saber cuánto me han engañado los de Telefónica al venderme la banda ancha con cierta estrechez.
En definitiva, una buena utilidad que recomiendo te instales si, como yo, gustas de tener esa información siempre visible. Gracias a ello he podido comprobar que muy, pero que muy pocas veces, el iMac, con su Core 2 Duo a 3,06 GHz, ha superado el 10% de uso de CPU de forma sostenida, pasando casi toda su vida con un 90% de su capacidad ociosa. Casi como yo en el trabajo. La única vez que la he visto en aprietos serios ha sido, anecdóticamente, cuando lanzo el cliente de escritorio remoto para Windows, en el que a veces se come el 60% de la CPU simplemente por pintar en tiempo real lo que hay en mi máquina Windows. Ni reproduciendo películas de alta calidad se ‘come’ tanto.
Puedes hacer un donativo monetario a los programadores por esta genial utilidad o donarles, como imagino que tu roñosa mente estará pensando ahora mismo, tu infinita gratitud y poco más.
Bueno, ya he robado mucho tiempo al trabajo. Me voy a tomar un café con los compañeros. Otra media horita sin hacer gran cosa y en nada me darán las tres, para salir a comer y luego a clase de inglés. Hoy va a ser un gran día, sin lugar a dudas.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
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Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔