Y dos meses ya. Hora de repasar acontecimientos.
Hoy termina septiembre y mañana dará comienzo un nuevo mes. Para ser absolutamente franco, no creí que llegase a escribir de forma constante y seguida durante estos dos meses en que llevo manteniendo mi bitácora, respetando -salvo pequeños deslices puntuales- el publicar una entrada cada día. De momento sigo pasándomelo bien intentando mantener esta pequeña visión particular de casi todo, donde dejo brotar ‘mi lado más House (doctor, doctor, ¿qué me pasa?)’, y no parece que tenga intención de abandonar. Lo siento por los que deseaban verme desistir más pronto que tarde. A esos que esperan que caiga cada día, les tranquilizo: no sé cuánto tiempo más podré y querré mantener el ritmo de uno al día. Los años comienzan a pesas y eso de hacerlo una vez cada día, durante una hora o un poco más, es para gente joven, con la sangre un poco más caliente en el cuerpo y con menos cosas en la cabeza.
Como bitácora personal que es, no trata de un único tema, sino de demasiadas cuestiones. Pero ese soy yo, polivalente, polifacétivo y multiorgásmico. El restringirme a un artículo al día, además de resultar horrible cuando no tengo ganas de escibir, a veces genera ansiedad cuando sufro la tentación de administrar más de una ‘píldora’. Pero en la mesura está la sabiduría. Por otro lado, quiero reseñar una vez más, es cierto que ésta no deja de ser una visión parcial y puntual de mí y de mis ideas. Intento pasármelo bien haciendo un poco el cafre y resultando políticamente incorrecto. Como mi padre decía ‘la maldas es creativa’, a lo que yo le añado ‘y divertida’. Y como suelo decirle a los equipos de trabajo que tengo que llevar al éxito en los proyectos, ‘si no es divertido, no merece la pena’.
Comencé este sitio sin tener muy claro de qué quería hablar, pero sabiendo que algo quería dejar para cuando ‘ya no estuviera’ (de eso hablaré en otro momento). Al poco se me ocurrió que, para poder mantener el ritmo de una entrada al día, más por adquirir hábito que por tener cosas que decir, debería poder disponer de ‘series’ que me guiasen en el transcurso de las semanas y de las que tirar en caso de bloqueo mental, que es más habitual de lo que sospecharían los que me conocen. Bueno, los que me conocen sí que lo saben. De lo que sospecharían los que creen conocerme pero que realmente no me conocen. Sí, eso es mejor. Como decía, iba a necesitar algunas series que guiasen las boberías de las que quería hablar. Algo que tenía claro al empezar esta nueva reencarnación de pseudo diario personal, era que no quería caer en la comodidad de poner vídeos de tutubo o de reseñar las noticias y los rumores que he leído en otros sitios el día anterior. Estoy hasta los huevos -perdonen la franqueza- de los rumores y rumorología constante y creciente cada vez que Apple dice que va a decir que ha dicho (y si hay algo que no me está molando del universo Apple es la facilidad en la que sus acólitos caen en el entusiasmo estúpido de los rumores, pero de eso hablaré en otro momento). Siento la franqueza, pero el incluir vídeos o canciones en una bitácora, además de patético, me parece una perdida de tiempo (estoy seguro que me arrepentiré de haberlo dicho). Así que, en esa búsqueda y en esa huida aparecieron series como la dedicada al ‘jugador casual’, la de ‘tardes de sofá’, los ‘tesoros perdidos’, la de documentales y libros que deberías (y no deberías) ver/leer y la más reciente ‘anecdotarium’. Y entre ellas algunos artículos igual -o más- chorra y sin conexión entre ellos.
Para ir concluyendo, un suceso que merece reseña en este pequeño repaso mensual sería el hecho de cambiar de ‘dominio’ de forma abrupta, de la noche a la mañana, como dirían. En un momento dado, y empujado por las circunstancias, decidí empezar a dar un poco más de anonimato. Inesperadamente, y sin hacer publicidad de mi bitácora, se posaron ojos que ni me imaginaba que estuviesen buscando mi presencia en la red y que encontraron en mis palabras, y en mi forma políticamente incorrecta de contar las cosas, un arma que usar para amenazarme a mí y a terceros. Eso me obligó a cambiar algunos de los comentarios publicados y a intentar desaparecer, al menos durante un tiempo, del ojo del Gran Hermano que es Google y de su infinita memoria (lo que me está costando un poco más de lo que esperaba, para desgracia personal). En un primer paso decidí usar ‘unomascero’, que fue un proyecto personal hace unos cuantos años, y, de momento, seguiré con él un tiempo. Seguramente en un futuro no demasiado lejano volveré a saltar a otro sitio, para alejarme un poco más de los que consiguieron seguirme -sin ser avisados explícitamente por correo- en el primer salto. Entonces ya meditaré el dejar que Google vuelva a hacer un índice con el contenido, aunque sospecho que intentaré mantenerme a salvo de la caché. Porque, sí, lo confieso, quiero hacerme rico con AdSense y no estaría de más que me encontrasen en las búsquedas.
En fin y como decía, entre tanto y con este plan, me lo estoy pasando muy bien y espero continuar, al menos otro mes más, ofreciendo una ‘pildora’ al día, consciente que cada mes que completo, es una pequeña victoria personal. Así que disfrútalo mientras puedas, porque el tiempo pasa volando.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔