Ni te molestes con 'Afro Samurai'
El día que alquilé ‘Ninja Blade’, víspera de jueves santo, tenían en la tienda la oferta dos por uno. Así que aproveché que también estaban preparando en ese momento la carátula de alquiler de ‘Afro Samurai’, el juego, y me lo traje a casa conmigo. Recalco ‘el juego’. Se trata de una adaptación de una serie anime, que produce y aporta voz Samuel L. Jackson. Quien también produce el juego y una película sobre el mismo personaje: ‘Afro Samurai Resurrection’. Vamos, que sólo le queda hacer condones camisas con la cara del personaje para cerrar el círculo mercantilista. Bueno. Eso y dos o tres continuaciones de la historia. El dinero es el dinero, oiga usted.
Sin haber visto la serie, ni la pelicula, ni el manga, ni la baraja -si es que hay de estos últimos- de cuyas existencias me enteré después de jugar un par de horas al juego, no tengo más que creer lo que dicen por ahí y pensar que es una buena adaptación de las animaciones y de la trama histórica. Lo cierto es que el juego mantiene, en su apartado gráfico, un estilo muy similar a los dibujos animados, que no sé si a esos o a otros, pero de aspecto parecido al ya presentado por ‘Príncipe de Persia’, con líneas negras gruesas remarcando los límites de los personajes y que resulta muy agradable de ver en pantalla. A poder ser grande. Nada, por otra parte, que no se pueda esperar de las consolas de última generación.
Contrario a la opinión del pre análisis de GameTv, el juego es malo. Aburrido, más bien. Cierto que entra dentro del género mata-mata que tanto me apasiona, pero la dinámica de la cámara, la repetición nauseabunda de los escenarios y de los combates, y una no demasiado fina respuesta al control, acaban aburriendo hasta el punto de no dar sorpresas en ningún momento. Al menos no me las proporcionó durante las dos horas que le dediqué. Al cabo de las cuales decidí que ya iba siendo hora de acercarme a devolverlo y no pensar más en él. Salvo para escribir esta entrada, claro. Y, después de esto, no creo que vuelva a recordarlo. Lo mismo te sugiero. Se trata de un juego por el que no pagaría más de 6 €, de entregármelo precintado y junto a una hamburguesa. Eso, si lo miras bien, da para alquilarlo dos fines de semana. Si sientes curiosidad, eso es lo más que te sugiero que te gastes.
Por destacar algo del juego, diría que tiene detalles muy curiosos en las animaciones. Todas ellas muy cuidadas, en general. No en vano deviene de una serie de animación. Supongo y dicho por decir. También en algunos personajes (los que alcancé a conocer en el tiempo que jugué) y, sobretodo, en los tajos que mete el chavalote a los enemigos (que pareces estar metido en la guerra de los clones, que son todos iguales). Principalmente cuando los corta de un único golpe, ayudado por una especie de tiempo bala para apuntar mejor, y ves al enemigo cayendo en trocitos. Justo por el lugar donde le metiste la espada hasta el fondo. ¿Recuerdas aquello de un plano puede intersectar con infinitos planos? Pues hay infinitas formas de cortar a una figura tridimensional y, según eso, caen los trozos. Mucha sangre. Muchísima. Y eso, a estas edades, gusta.
No. La música o banda sonora del juego no entra dentro de las cosas que yo destacaría. Prueba llamando a otra puerta.
Resumiendo, no pierdas el tiempo con él. Prueba mejor, por decirte algo, con la serie anime. Igual sí merece la pena. El juego no. Es un juego que no pasará a la historia -a mí historia personal- de juegos a recordar. ¿Cómo decía que se llamaba? Si aún así insistes, asegúrate el día que lo alquilas -porque no me vendrás ahora con que te lo vas a comprar- de llevarte otro con el que pasar mejor el fin de semana. Cuando descubras, una vez más, que nunca miento.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
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Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔