A disfrutar con 'Roma', serie que hay que ver

Otro fin de semana más, haré todo lo posible por escaquearme de mis obligaciones conyugales relativas al mantenimiento conjunto de las zonas comunes y de descanso, así como las de aprovisionamiento, preparación de alimentos y evacuación y que, cooperativamente, pagamos mes a mes al banco para saldar la deuda contraída como crédito hipotecario. O sea, que no quiero participar en las tareas de limpieza del piso. Así que tengo que buscarme una buena excusa.

Teniendo al día la mayoría de las series que sigo -aquellas que han conseguido interesarme un poco- y, por tanto, sin cantidad crítica que justifique mantenerme alejado de mis deberes durante dos días, he tenido que registrar de arriba a abajo el disco duro buscando material. He tenido suerte y he tropezado con la magnífica ‘Roma’, de la que aún me quedan cuatro capítulos de la segunda temporada para darla por concluida. Una lástima que solo sean dos temporadas, porque la serie es muy buena y merecía un poco más de recorrido. Cierto que ha venido decayendo en los últimos capítulos, pero no deja de ser una recreación fantástica, fascinante y, supongo que, bastante fiel, si hago caso de lo leído sobre los esfuerzos para conseguir la mayor fidelidad del período en el que se sitúa, con unos escenarios que sacarían los colores a la mejor producción del Bruckheimer. Y, aunque haya empeorado un poco, sigue siendo muy superior en calidad a muchas de las series que tienen más éxito. Pero el pueblo llano no suele apreciar estas cosas.

En Internet hay muchas páginas donde destripan mejor la serie de lo que yo soñaría hacer. Se puede consultar la extensa reseña en la Wikipedia sobre la serie, por ejemplo. Pero para mí basta con decir que las actuaciones son sensacionales, que el doblaje al español es muy bueno y que la trama engancha de verdad. En el apartado interpretativo, a destacar, para mi gusto, las actuaciones de Marco Antonio, de Lucio Voreno y de Tito Pulo. Ellos tres son Roma.

En fin, me despido de la entrada de hoy recalcando que se trata de una serie muy recomendada y que deberías, si no lo has hecho ya, ver en cuanto puedas. Yo me siento feliz porque un fin de semana más he encontrado la excusa perfecta para no dar ni palo al agua en casa. ¿Acaso es más importante retirar las costras de mierda de la cocina que ver el desenlace de esta magnífica obra de la televisión? Me espera otro estupendo fin de semana de tardes de sofá.

Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.

Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔