¿Te imaginas poder disfrutar de 'La semana laboral de 4 horas'?
Compré ‘La semana laboral de 4 horas’ el mismo día en que compré ‘Freakonomics’. Principalmente porque estaba puesto justo al lado en la estantería, en la sección de Economía de la librería. En segundo lugar porque leí la contraportada y me resultó un planteamiento curioso: ¿Quién no desearía toquetearse el ombligo todo el santo día y vivir como un jeque trabajando lo mínimo? Por lo que, sin otras opiniones sobre él, pasé por caja.
Tras leer un par de capítulos lo primero que me vino a la cabeza fue la pertinente y conocida frase “del dicho al hecho hay un gran trecho”. Lo que se propone en el libro está muy bien, pero da la sensación de ser muy ajeno a la cultura española. Desde el comienzo da la sensación de que los nuevos ricos (NR) sólo pueden gestarse en EEUU, donde todo se hace de forma diferente. De hecho la mayor parte de las referencias a empresas de logística y otros servicios de valor son de compañías norteamericanas. Tal vez los NR se pueda dar en otros países, pero visión al respecto viene coartada por un modelo cultural en el que la panacea laboral es conseguir alcanzar el estatus de funcionario (y tocarse el ombligo todo el santo día). Lo que no deja de ser una forma de prejuicio. Es posible que ajustando adecuadamente lo que propone el autor, parte de lo referido se podría aplicar a cualquier país del mundo. Bueno, a casi cualquiera. Cierto que en un país, donde el ideal alternativo a ser funcionario es ser tu propio jefe -gran error ese, por cierto-, hay que hacer un esfuerzo de titán para cambiar el chip. ¿Quién se pone a ello? ¡No pain, no gain!
Pero más allá de las limitaciones y diferencias culturales, y por encima de la cantidad de referencias -muy útiles- a cantidad de empresas y fuentes varias que ofrece, y además de proponerte unos hábitos muy concretos para organizarte y atender tus deberes laborales, el libro es -y no deja de ser- un libro de autoayuda en el que la pregunta que siempre está presente, como una nube perenne sobre la ciudad, es “¿Qué quieres hacer con tu vida?”. Lo que no es moco de pavo, ya que solo tienes una vida. O su variante más popular: “¿Si hoy te dijesen que estirarás la pata en equis tiempo, qué es lo que harías? Siendo equis un tiempo lastimosamente corto.” Reconozco que, de haber estado puesto en la sección de autoayuda no lo hubiese ni mirado, pero al estar en la de economía lo acabé comprando. Para que veas lo que son los prejuicios.
Para la redacción del libro el autor, Tim Ferris, emplea un lenguaje coloquial, lo que lo acerca a la forma de pensar y sentir de muchos quemaos del mundo laboral, y hace que su lectura sea amena la mayor parte del tiempo. Huye de tecnicismos y complejas explicaciones, e intenta aproximar las ideas, o la idea principal, que en esencia es la de trabajar para vivir y no a la inversa, de forma llana y clara. Que, por otra parte, lo hace de forma bastante lineal y simple. Pero no me atrevería a decir que un tipo que ha conseguido la panacea laboral llegue a decir cosas simplonas. Enfrentarte al miedo al cambio y tener valor para tomar las riendas de tu vida, empujado por responder a la pregunta de qué sentido tiene tu existencia, es el otro pilar argumental de esta obra. Autoayuda, ya lo había dicho.
Sin embargo, no es (solo) un libro de autoayuda. Es mucho más. Es un libro que te detalla, paso por paso, cómo debes proceder para convertirte en un nuevo rico, con una empresa que te financie el estilo de vida que elijas. El libro contiene, tal indicaba antes, muchos enlaces a empresas que pueden formar parte del workflow para que se autogestione adecuadamente. Lo genial del planteamiento es que el objetivo es eliminarte de la ecuación. Todo el circuito ha de trabajar para ti, no tú par él.
En el libro se menciona en repetidas ocasiones la Web asociada al mismo, www.fourhourworkweek.com, donde se podrá encontrar contenidos adicionales que te ayudarán a convertirte en ese nuevo rico que todos quisiéramos ser. Aquí puedes encontrar traducidos los ‘capítulos de regalo’, por si tu fuerte no es el inglés (uno de los contenidos adicionales te debería permitir aprender cualquier idioma en 3 meses).
Pese a que tengo mis dudas sobre la aplicabilidad práctica del texto o su sostenibilidad (¿qué pasaría si mañana todo el mundo decidiese hacerse un nuevo rico? ¿quién produciría o trabajaría para soportar este modelo existencial?), al menos en mi caso y para el de mucha gente que conozco, sí que hay muchos párrafos inspiradores, de esos que te paralizan de golpe con una sensación de brutal clarividencia y te obligan a pensar seriamente si lo que vivo a día de hoy se corresponde con mi ideal, o si no estoy haciendo otra cosa que autoengañarme.
No soy bueno haciendo críticas ni escribiendo reseñas de libros -esta, de hecho, es una caca-, así que te paso dos enlaces que hablan del libro y que considero que son buenas reseñas: la de Hábitos vitales y la de Papel en blanco. Estoy completamente de acuerdo con lo que dice al final la reseña de Papel en blanco:
Quizá el libro no es sea de gran utilidad, quizá le abra los ojos a algunos. En todo caso, su lectura, curiosa y divertida, es de todo punto recomendable. Para acabar, estaría encantado de conocer de primera mano a alguien que lo haya llevado a la práctica con buenos resultados. ¿Alguien? ¿No? ¿Pero aún no lo has leído?
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔