Tesoros perdidos reencontrados (XXII): Diseño de hojas de filatelia

Me parece una eternidad lo que ha pasado desde la última vez que retomé la colección filatélica. Hace unas semanas comentaba que echaba de menos los sellos. Aunque realmente creo que lo que me pasaba es que andaba buscando algo que llenase mi existencia, algo con lo que evadirme del tedio, cuando las mil y una alternativas que tengo, no me funcionan. Para eso y para que mi mujer siga diciendo que me dedico a despilfarrar el dinero en mis chorradas.

En cualquier caso, aprovechando aquel post, hoy publico algunos diseños de hojas filatélicas que realicé en aquella ocasión. La última vez que retomé lo de coleccionar sellos creo que fue en pleno auge de la banda ancha y, por aquel entonces, en los foros y sitios que reunían a la gente con conocimientos en la materia, comenzó a verse un movimiento de personas, con la suficiente habilidad en los programas, que, huyendo de los precios abusivos de las hojas comerciales, se montaban sus propios diseños. Los que llegué a ver en aquellos momentos eran una copia, más o menos aceptable, de la versión comercial de las hojas filatélicas: blancas con la imagen del sello en el centro o espaciando los distintos sellos de una misma serie. Pero en general muy sosas. Así que me animé a hacer mis propios diseños.

Entusiasmado con los resultados me animé a meterme en la variante de coleccionismo del bloque de cuatro. Me acercaba a la filatelia e intentaba hacerme con la esquina de una hoja, pidiendo cuatro de los sellos juntos y, a poder ser, el número de referencia de la hoja en cuestión. No siempre hubo suerte. Por otro lado, aquello quintuplicaba el gasto necesario por cada año. Imaginen que en 2000 un año completo venía costando unos 100 €. Tener los sellos por separado y en bloque de cuatro suponía emplear 500 € para un año. Una fortuna. Por eso desistí al poco. En aquel entonces me había tomado media excedencia de la empresa para terminar las asignaturas que me quedaban pendientes de la licenciatura. Mi sueldo era acorde al tiempo que trabajaba. Y trabajaba unas 16 horas a la semana. Entonces aún no había euros, pero mi sueldo por 40 horas semanales no llegaba al de un mileurista de ahora. Hagan cálculos. Como para tirarlo en sellos.

Para los textos acudí a la página de Correos, donde te cuentan, con mucho lujo de detalles, toda la historia de cada uno de los sellos que emiten en el año. Para mi gusto recargaba mucho, pero creí necesario que apareciera ese texto.

Sobra decir que todo esto lo hice usando Corel Draw, del que en más de una ocasión me he confesado ser un afortunado usuario ilícito. Bueno, ilícito hasta que me regalaron con el ordenador del trabajo una versión lite gratis. Ahora soy un usuario lícito. Aunque solo en horas laborales.

Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.

Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔