Por la zona centro de la isla con sulaco
Hace un par de semanas estuvo sulaco nuevamente por la isla. Y, una vez más, quedamos uno de los días para perpetrar una salida fotográfica.
A sulaco lo conozco desde la época de la escuela universitaria, hace más de 15 años ya de eso, y siempre se caracterizó por distorsionar la realidad de una forma que sólo el sabía hacer. Quitando que estuvimos una jartá de años sin hablarnos, curiosamente no porque discutiésemos entre nosotros, sino por mis discusiones con otros miembros del que entonces era un grupo de cinco personas, desde que retomamos el contacto me gusta quedar con sulaco porque, en buena medida, ha conseguido lo que yo nunca me atreví a hacer y siempre he soñado con realizar: trabajar fuera de las fronteras de mi país. Así que, cuando viene a visitar a su familia, intento coincidir con él y escucho lo que me cuenta de sus viajes y de sus experiencias en Holanda. Sé que buena parte de ellas las publica en su bitácora, pero nunca es lo mismo escucharlas con la riqueza de matices y detalles que da el hacerlo en primera persona.
En esta ocasión nos perdimos por la cumbre de la isla. Elegimos, como tema para fotografiar, el Roque Nublo y alrededores. Sin embargo el día tampoco acompañó demasiado: había calima y el Sol lo tuvimos, casi todo el tiempo, de frente. Esa combinación fastidió la mayor parte de las instantáneas. Es lo que tiene visitar de vez en cuando un sitio, que te tienes que fastidiar con las condiciones meteorológicas que haya en ese momento.
Mientras íbamos de un sitio a otro, y más destacable cuando nos dejamos los pulmones en la ascensión hasta la base del Roque Nublo, no parábamos de hablar. Durante las casi cinco horas que estuvimos de aquí para allá hablamos y hablamos. En realidad hablaba más sulaco que yo, pues yo prefería escuchar intentando aprehender lo que me estaba contando. Creo que ya voy a dar, de una vez por todas, el salto, y me interesa saber qué condiciones salariales y de trabajo, en general, se presentan en Holanda y otros países. Despertó mi interés lo que me contó del Proyecto Eures y de cómo él traspasó la frontera gracias al mismo. Tanto que, nada más llegar a casa me metí a ver lo que había al respecto. Y hay mucho. Estoy entusiasmado. Ya estoy perfilando un plan para perfeccionar el inglés y hacer algunos méritos adicionales. A ver si en un plazo de unos doce meses estoy, por fin, fuera de aquí. Siento verdadera envidia -espero que de la sana- viendo programas como Españoles en el Mundo y Callejeros Viajeros.
Aunque estoy encerrado en la isla, hay lugares de la misma que no visito hace años. Y mira que la isla es chica. En el caso de la Cruz de Tejeda, por ejemplo, si no hace más de un lustro que no la veo, sí estoy seguro que no menos. Y la base del Nublo hace ya más de dos décadas que no la visito. De hecho, la última vez que estuve, fue para hacer prácticas de rápel con mi tío. Desde entonces no había vuelto a verlo tan de cerca. Tanto tiempo hace que no paso por algunos sitios que me sorprendió ver lo propagado que están las furgonetas que venden víveres y agua a los turistas que por allí se aproximan. En todos los rincones y miradores hay alguna. Tanto tiempo que me sorprendió ver gallos sueltos por la Cruz de Tejeda. Algo que, según me decía sulaco, ha sido siempre así. «¿En serio?»
En resumen, un día agradable, del que ha salido alguna foto interesante (aún tengo que procesarlas) y que me ha animado para no demorar mucho más el dar el salto. Al menos a intentarlo. ¿Será, por fin, 2010 el año en que me mande a mudar? ¿Será esto un síntoma de la venidera crisis de los cuarenta?
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔