Las consecuencias del estrés
Hoy en día los grandes depredadores escasean en las ciudades, pero seguimos condicionados por estos reflejos de simio, lo cual explica cómo tantos ordenadores acaban siendo víctimas de nuestros atávicos ataques de rabia. Son reacciones que aún pueden salvarnos la vida de vez en cuando, pero que la mayoría del tiempo resultan bastante poco eficaces, especialmente en los entornos corporativos. Las peores consecuencias del estrés, sin embargo, son las que se derivan de su activación continuada: el estrés crónico. Por un lado, la excitación física y mental provoca el agotamiento, el insomnio, el desgaste del sistema circulatorio y todo tipo de dolores físicos. Por el otro, la inhibición de los sistemas secundarios nos proporciona trastornos digestivos, una reducida capacidad analítica, y una mayor vulnerabilidad a las enfermedades. Desafortunadamente, muchos de nosotros conocemos demasiado bien este estado de emergencia corporal permanente.
Alta diversión Eduardo Jáuregui / Jesús Damián Fernández Editorial Alienta
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔