Sevilla en números
Después de casi cuatro meses desde que hicimos el viaje, he terminado de repasar y elegir las fotografías que he venido publicado, poquito a poco, en el álbum de flickr relativo a los días que pasamos en Sevilla. En total pasaron 152 fotografías. Menos si no eres familiar, motivo por el que reflejará una cantidad inferior. Lo que no está nada mal teniendo en cuenta que en cinco días y medio pulsé 580 veces el disparador, dejando que la cámara produjera su particular sonido de apertura y cierre del obturador. Es una relación, como digo, nada mala, pues significa que una de cada cuatro fotografías ha pasado la criba. Reconozco que no soy especialmente bueno criticando mis propias instantáneas. Primero porque no considero casi ninguna especialmente buena. Y segundo porque, dado que todas me parecen -y si parecen deberán serlo- mediocres, no consigo discriminar con acierto y reducir a un número especialmente pequeño. Lo que, como desventaja adicional, conlleva que aburriré a la gente cuando les presente el fotolibro del viaje, que de forma rutinaria llevo montando desde 2006 para cada viaje (o situación especialmente destacable), y que para la ocasión he optado por uno de 80 páginas. Sin olvidarnos que desde hace unos cuantos libros, me decanto por disponer una imagen por página, eso hace que de las 152 me quede con unas cuantas menos. Tampoco está mal. De cada seis o siete veces que sonó el obturador, una fotografía acabará en el fotolibro del viaje. Es un porcentaje más que aceptable.
¿Podría ser el número de fotografías elegidas un buen indicador de la satisfacción que produce un viaje? A nadie que me conozca, que haya leído el preámbulo tras la vuelta, o que, simplemente, me haya preguntado por mis experiencias en Florida, le sorprenderá que afirme, vehementemente si me obligan, que de los dos viajes realizados en 2009, el de Sevilla fue el mejor, con varios órdenes de magnitud de diferencia. En Sevilla no recordaba mi casa ni tenía ganas de volver. En Orlando no veía el momento de volver, pese al sufrimiento de 20 horas en vuelos que me separaban de mi hogar. Y esto se notó en las ganas que tenía de usar la cámara. En Sevilla siempre la tenía fuera, colgando del cuello. En Orlando, salvo en ocasiones muy puntuales, iba casi todo el tiempo en la mochila; que por cierto compré allí. Todo ello conduce a la inevitable apreciación de que hubo días en los que no hice una sola fotografía en Orlando. Aunque aún tengo que revisar cuántas disparé. Por tanto, repito la pregunta. O la modifico, porque es de suponer que una cosa es el abuso, el número de disparos, y otra el uso, las que llegarán a buen término: ¿Se podría aducir que el número de fotografías disparadas durante un viaje podría ser un buen indicador de lo bien que nos lo pasamos? Dando por afirmativa la respuesta a esta pregunta, diré que, por tanto, el ratio de fotografías tomadas por día fue de unas 100. Como curiosidad, eso vendrían a ser tres carretes de 36 fotografías de los de antes. Y, tomando las elegidas, serán unas 27 al día. ¿A alguien le parecen pocas imágenes por día?
En cuanto a la dimensión monetaria, algo que ya adelanté en Jet Lag prorrateado, la métrica adecuada, si es que hubiera alguna, sería la de euros/día por persona, sin incluir las entradas a los sitios ni los gastos extraordinarios. Dicho lo anterior, veamos los gastos que entrarían en este capítulo:
- Vuelos de ida y vuelta: 70 € cada uno
- Cinco noches de hotel: 350 € (incluyendo desayuno)
- Comer y cenar: aprox. 60 € de media por día (los dos)
- Transporte público: 40 € (en total)
Sumemos: 70 x 2 + 350 + 60 x 5,5 + 40 = 860 €. Cantidad que habría que dividir entre dos y entre cinco días y medio. A saber: 860 / 2 / 5,5 dará aproximadamente 80 € persona/día. O sea, que vivir en Sevilla durante cinco días y medio suponía 80 € por cada uno. Recordemos: eso es lo que costaba sólo estar y moverse por Sevilla. Cada uno. O, dicho de otra forma, eso vendría siendo el precio base de estar en la ciudad. A lo que habría que sumar lo que se gaste cada uno de los días en otras actividades. Por ejemplo, uno de los días alquilamos un coche (70 € más 10 € de gasolina) para acercarnos a Itálica y a Carmona.
No recuerdo el precio de las entradas de los distintos sitios en los que entramos, pero creo recordar que no fue mucha la cantidad cuando tocó pagar ni fueron muchos los sitios en los que se exigía pago. Comentándolo con mi mujer creo que en total nos gastamos unos 40 €. Tal vez 50 €.
Resumiendo. En total nos gastamos unos 1000 €. 500 € cada uno. O sea, menos de 100 € al día cada uno. En un viaje que resultó ser genial en una ciudad que merece la pena visitar y disfrutar.
Siguiendo con la neura de los números. ¿Se podrán relacionar ambas magnitudes? No sé. Tal vez podría convertirse en una métrica interesante, suponiendo que el número de fotos tomadas es un indicador de la satisfacción de estar en el lugar, en el que se relacione la cantidad de dinero con el trofeo de las instantáneas. ¿Algo como 100 €/día entre 27 fotos/día que serán 4 €/foto? ¿Es esto mucho? ¿Poco? En realidad debería ser el doble, ya que he usado la cantidad de uno, pero al ir en pareja, sería un coste indivisible. ¿Qué tal usar las páginas del fotolibro? 1000 € entre 80 páginas tendría que reflejar la experiencia vivida en un libro estaría a unos 13 €/página.
Quedarían otras dimensiones que tal vez acabe explorando. ¿Qué tal las distancias recorridas? Pero para ser la primera vez que me meto a analizar el viaje de esta forma, creo que lo voy a dejar como está. Ya lo iré perfeccionando en próximos viajes. Si me da la gana. De momento me quedo con estas dos ideas: 80 €/día persona no es especialmente caro y quedarme con 27 instantáneas por día es una cantidad más que digna.
Sé que todo esto suena muy materialista, pero al final, dentro de 10 años, cuando apenas recuerde los detalles, y ya solo quede la sensación general, las fotografías, o las páginas del fotolibro, serán ese pequeño -o gran- recordatorio de todo lo bueno que pasamos y vivimos en Sevilla. Siendo así, ¿es justo que me obceque en darle una dimensión monetaria a todo esto? En realidad sospecho que no será válido hasta que las compare con los números que arroje cualquiera de los otros viajes que haya hecho. Ya veremos.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔