'Marvel Zombies'
¿Nadie más considera que ya le estamos dando algo más que otra vuelta de tuerca al asunto de los Zombis? Yo sí creo que se nos está yendo un poco de las manos la moda de los los muertos-no-muertos andantes con un apetito infinito de carne humana. ¿O no? Después de tropezarme libros —algunos de ellos en los primeros puestos de las listas de ventas— como ‘Zombi - Guía de supervivencia’, ‘Guerra Mundial Z’ o ese con un título algo más surrealista ‘Orgullo y prejuicio y zombies’, —no he leído ninguno, así que tampoco puedo decir si merecen o no la pena; aunque no niego que han despertado en mí cierta curiosidad, especialmente el último, del que hasta parece que se hará una película [@ IMDb]— me encuentro, hurgando en los fondos mafiosos de los vagos, viciosos y maleantes, una serie de cómics bajo el título de ‘Marvel Zombies’ [@ Wikipedia]. Quedé alucinado. Y, al menos en primera instancia, no positivamente.
Di con ellos explorando otras formas y otros contenidos con los que explotar mi nueva maravilla tecnológica [iPad], viendo que algunos fanáticos andaban subiendo a la red de redes los volúmenes de comics que se hicieron famosos a finales de los 70’s y principio de los 80’s [El boom del cómic adulto @ Wikipedia]. Publicaciones como CIMOC, 1984, COMIX, etc. Aquel que haya llegado aquí accidentalmente desconocerá que yo crecí y me crié desde los seis o siete años leyendo primero cómics de Asterix y de superhéroes, como Thor, Spiderman, La Masa y Capitán América, luego Mortadelo, Filemón y Superlópez, y, después, en los años de instituto, 1984 y CIMOC, que compró puntualmente mi padre, por aquel entonces aficionado a dicha revista, y que acabaron desapareciendo poco a poco de las estanterías donde él los guardaba. Pues, para aquellos nostálgicos, en Internet se pueden conseguir todos o casi todos esos volúmenes escaneados. Además de muchas otras cosas, como ‘Marvel Zombies’. ¿Qué no se puede conseguir en Internet a estas alturas?
Lo confieso. Me pudo muchísimo más la curiosidad que la sorpresa, el desagrado y el desconcierto que me produjo la simple idea de leer un cómic de superhéroes convertidos en zombies hambrientos que se lanzan a hincarle el diente y zamparse todo lo que tengan al alcance y que aún no haya sido infectado. Pero lo peor de todo esto, y contra todo pronóstico (o no), es que me he divertido muchísimo con esta serie limitada que, debe ser por el éxito cosechado, ya van como por cuatro o cinco partes (miniseries de pocos volúmenes). ¿También harán una película?
A bote pronto, sin tener ni idea de qué iría la historia, y teniendo ya la imagen de zombies como seres poco menos que idiotas que se mueven por una especie de instinto animal, no conseguía encajar la idea del superhéroe tambaleándose de un lado a otro, con los brazos extendidos y la boca abierta para intentar alcanzar al superviviente de turno. Lo mejor de la historia, lo que más me gustó, es que los personajes siguen disfrutando de su capacidad intelectual casi completamente intacta, pero que el hambre que sienten los ciega totalmente y los empuja a cazar lo que puedan para darse un atracón. Tras lo cual se calman por un tiempo hasta que vuelven a tener un mono inmenso. Durante el tiempo pos-papeo, son casi normales y, quitando la descomposición característica de los zombies, son completamente racionales. En la historia se presenta la infección como una adicción irrefrenable que los convierte en monstruos hambrientos.
Todo esto lo cuento —además de porque apenas fastidia la historia, algo que evito hacer a toda costa— porque, lo juro por el Monstruo Volador del Espagueti, no he podido evitar lanzar globos sondas al universo de las analogías que me han devuelto un paralelismo inquietante. He visto reflejada, en un juego de dos grados de relación, primero entre el zombi tonto y el zombi inteligente irrefrenablemente adicto y segundo entre este último y el hombre vulgar y corriente, que al final los zombies somos todos nosotros, siempre hambrientos de más y más. Nos movemos por la vida como seres insaciables, creyéndonos racionales, pero completamente dominados por la sinrazón que provoca el hambre infinito. Hambre que aprovechan para manipularnos pues, a todas luces, no dejamos de ser unos verdaderos analfabetos funcionales [Cómo fabricar un engañabobos]. Andamos constantemente buscando más y más y más y más, llenándonos parcialmente cuando conseguimos algo para, tan pronto ha dejado de ser nuestro foco de interés, aspirar al siguiente objeto-persona-sentimiento que despierte nuestra atención. La próxima vez que vayas a un centro comercial y veas a toda esa gente de un lado para otro buscando en qué gastar el dinero, con qué divertirse o a quién exigir compañía, superpón en la imaginación una secuencia de cualquier película de zombies andando y vagando buscando a qué darle un mordisco.
Esto es lo que me pasa por leer tan seguido ‘¿Tener o Ser?’ [reseña] y ‘Marvel Zombies’. ¿Acabaré como el protagonista de ‘Psiquiatras, Psicólogos y otros enfermos’ [reseña]? Espero que no.
Aunque pierda mi —ya de por sí raquítica o inexistente— credibilidad con ello, voy a recomendar la lectura de al menos las dos primeras mini series de ‘Marvel Zombies’; las que yo he leído hasta el momento. Con matices, claro. Si en alguna ocasión fuiste seguidor o aficionado a los cómics de superhéroes, al menos hasta el punto en que identificas a buena parte de los que forman parte de la trama principal (Lobezno, Capitán América, Ironman, Hulk, Spiderman, Magneto, Estela plateada o Galactus, por enumerar a unos pocos), entonces creo que te lo pasarás muy bien con esta historia. Al final de eso se trata. En caso contrario, si eres una persona normal, que tuvo una infancia normal, normalmente alejado de este tipo de personajes e historias, entonces esto te parecerá una payasada y, obviamente, para ti no es, ni está recomendado.
A modo anecdótico, decir que el iPad es un cacharro cojonudo, pero la aplicación —gratis— que estoy usando para leer los cómics —ejem, ejem— piratillas, ClourReaders [@ iTunes], no termina de funcionar del todo bien. A veces no se distinguen bien los textos dentro de los bocadillos o globos, por el tamaño relativo de la letra, y es un coñazo andar ampliando y reduciendo la página. Así que, enganchado a la puñetera historia de los héroes Marvel convertidos en muertos vivientes, acabé terminando de leerla en el iMac. Con el iPad me estaba poniendo de los nervios. Para eso descargué la aplicación Simple Comic [Web], que funciona bastante bien. Por si a alguien le llegara a interesar compartir la experiencia de los ‘Marvel Zombies’ en la oscuridad de su habitación.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔