Pues sí que está siendo un año de juegos, y algo más (1)
Hace diez meses escribía una entrada [¿Será 2010 un año para jugar?] preguntándome si acabaría descalabrando mi carrera profesional debido a la cantidad prevista de juegos que se publicarían durante el año de uno de los géneros que a mí particularmente me gustan, más los del año anterior que aún no había jugado. Por fortuna mi carrera profesional no corre peligro —lo que se puede interpretar de muchas maneras, entre las que podría caber la de «no existe ya carrera profesional que destruir»—, pero lo cierto es que diez meses después ha resultado que, efectivamente, ha sido el año que con bastante diferencia más he jugado. Me canso de decir que no soy especialmente jugón, aunque el lector ocasional y/o accidental pueda llegar a pensar lo contrario. De hecho, toco muy poco las consolas. En un cálculo sin rigor científico diría que la media de los años anteriores estaría entre unas seis y ocho horas mensuales (o entre una hora y media y dos horas a la semana; aproximadamente un cuarto de hora al día). El problema es el «cómo»: si pillo un juego un fin de semana, no paro hasta que lo he terminado. De media un juego me dura unas diez o doce horas. Luego, pasan semanas sin volver a encender la consola. Pero tal como funciona el ser humano y su cohorte de desórdenes de la percepción [Prejuicio cognitivo], la generalización es que juego mucho.
Tan poco uso le doy a las consolas (sí, hablo en plural porque tengo las tres de última generación), que la 360 la he medio regalado, por ejemplo, y a la Wii le estoy buscando un destino parecido. La única que tengo intención de quedarme es la PS3, por eso de que disfruto con las películas en alta definición como lo haría un escarabajo pelotero que haya encontrado una bosta fresca y humeante recién puesta. Con esta última he dedicado más horas a jugar este año que, me arriesgo a decir, todos los años anteriores juntos desde que tengo consolas (2004, creo).
Pero dejémonos ya de tanta morralla histórica, y a modo de resumen, esto es en lo que he despilfarrado mi tiempo libre junto con mi valoración al respecto:
- Bionic Commando [@ GamePro TV (Análisis, 8.0)] - el que abrió la veda este año pero que por coincidir con las idas y venidas a Madrid lo acabé dejando. Sigue esperando que me decida a terminarlo. Me impresionó el apartado gráfico y me gustó en general el juego, aunque no tanto como para hacer el esfuerzo de retomar la historia y recordar las combinaciones de botones para controlar los movimientos.
- God of War III [mi reseña & @ GamePro TV (Análisis, 9.8)] - un pedazo de juego impresionante que me aguantó diez horas (siempre en modo fácil, claro). Sólo por él merece la pena hacerse con una PS3.
- The Force Unleashed Sith Edition [mi reseña de la edición anterior] - cayó de rebote el día de Reyes y, como traía tres historias añadidas a la versión que yo jugué, y ahora sí estaba completamente integrado con el sistema de trofeos de PlayStation, pues decidí jugarlo como anticipo a la llegada de la segunda parte que parece espectacular [trailer @ GamePro TV]. Me sigue pareciendo un juego mal acabado y mayormente aburrido. Esperemos que el segundo sea todo lo que promete.
- Batman Arkham Asylum [@ GamePro TV (Análisis, 9.5)] - Bueno de narices. Salvo por el hecho de que me mareaba completamente si estaba mucho tiempo con la visión de detective, y que la violencia extrema de God of War me sublima, el juego me parece absolutamente de culto. El modelado de los personajes quita el sentido. Es, quizás, el mejor juego, como sensación global de conjunto, que he jugado este año. Me duró unas doce horas.
- Uncharted 2 [@ GamePro TV (Análisis, 10)] - El gran favorito de los premios AIAS [13th Annual Awards] y proclamado como el mejor juego del año es, sin embargo y para mi gusto, menos interesante que Batman Arkham Asylum, el constante segundón en la mayoría de las categorías. La experiencia global con Batman me pareció más completa. En cualquier caso, es una verdadera joya y merecedor de la gran cantidad de premios. Este es otro juego exclusivo de PS3 por el que merece la pena comprarse esta consola y no otra. Con él invertí catorce horas, si no recuerdo mal.
- Prototype [@ GamePro TV (Análisis, 8.5)] - Después de los grandes le pillé el vicio a éste, que le tenía ganas desde hacía tiempo. En juego y ambientación me recordó a una pequeña joya de la PS2, The Incredible Hulk: Ultimate Destruction (no en vano se trata del mismo estudio), que lamenté no poder disfrutar en PS3. Por lo demás, repetitivo. Pero el toque de arrasa con todo lo que pilles en plan sanguinario a más no poder hace que las horas se pasen volando hasta completarlo. Nueve horas, aunque dediqué mucho tiempo a recolectar bonificaciones. Yendo al grano se acabaría en menos tiempo.
- Infamous [@ GamePro TV (Análisis, 9.0)] - Entretenido y en la línea del Prototype de moverte por una ciudad enorme realizando misiones. Yo voy en plan bueno por la vida y pasé de volver a jugarlo para elegir el camino perverso. Acabé un pelín saturado después de diez horas con él.
- Prince of Persia: The Forgotten Sands [@ GamePro TV (Análisis, 8.5)] - Coincidiendo con mi última visita a Madrid, y que me quedé el fin de semana en casa de unos amigos, pasamos por una tienda Game y lo alquilamos. Después de unas diez horas de juego, lo acabamos una hora antes de llevar a mi mujer al aeropuerto (yo me quedaba unos días más). Tras la decepción que me supuso el anterior [mi reseña], esta nueva entrega recupera plenamente el espíritu de la saga de las arenas y me dejó un muy buen sabor tras jugarlo. Soy un incondicional de la saga del Príncipe desde que cogí por primera vez el magnífico Las arenas del tiempo. Estas Arenas olvidadas merecen la pena jugarse y son una fiel adaptación de esa saga a la nueva generación de consolas.
- Dante’s Inferno [@ GamePro TV (Análisis, 8.5)] - Después de un tiempo con la consola apartada, lo alquilé un fin de semana y lo acabé en dos días (diez horas). Otro de esos juegos épicos. Una banda sonora y una ambientación de lujo. Cuando baje lo suficiente de precio creo que me lo pillaré para volver a jugarlo. Un you must own.
- Darksiders [@ GamePro TV (Análisis, 9.0)] - El último que he jugado hasta la fecha. Algo extraño sabiendo que me lo regalaron el día de Reyes. Pero es que me atasqué en el primer jefe final y acabé saturado. Lo retomé hace poco y me arrepiento de no haberlo jugado antes. Es divertidísimo y larguísimo. Es, con diferencia, el juego más largo que he jugado. Unas veinte horas me llevó concluir la historia. Un juego muy, muy, muy recomendable. Si algo le podría echar de menos a la casi perfecta saga God of War, sería el componente de exploración de Darksiders. Si algo le falta a la saga de Prince of Persia, es el toque sanguinario que tiene Darksiders. Cumple al cien por cien su objetivo, que no es otro que resultar entretenido. Hasta la saciedad. Las horas se pasan volando.
Casi cien horas de juego en lo que llevo de año. En tiempo laboral eso equivale a unas dos semanas y media de trabajo. Para los adictos al trabajo, tomando el salario mínimo interprofesional de 2010, equivale a haber «perdido» unos 400 € como coste de oportunidad si los hubiese invertido en lucrarme haciendo lo que sé hacer. Ese mismo tiempo distribuido en meses y semanas significa que he pasado de jugar ocho horas al mes a jugar diez, o de jugar una hora y media a la semana a jugar dos horas y media, tal vez tres. Como diría el padre de una ex que tuve, esto es el acabose intelectual de mi persona. Pero como dirían los míos, «que me quiten lo bailao».
Ahí queda la lista. Estas semanas ando algo liado, así que supongo que no será hasta noviembre que me vuelva a sentar delante de la tele, gamepad en la mano. Será para reventar las articulaciones del dedo gordo con Bayonetta [@ GamePro TV (Análisis, 9.5)], uno de los que me atraían bastante, como ya comentaba a principios de año.
Dejo para mañana comentar por qué empecé la entrada de hoy y que al final se convirtió en un repaso que me obligó a dividir el cuento en dos partes.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔