Humor, triste humor

image without alternative text

No se pueden imaginar lo que me he podido reír en el avión cuando volaba de vuelta a Madrid, compré El País, y tropecé con la viñeta de Forges entre turbulencia y turbulencia. El espectáculo hubiese podido empeorar si la carcajada me pilla en mitad de un trago de capuchino —que por cierto cada vez preparan, o sabe, peor—. Lo triste es que la realidad no es para andar carcajeándose.

Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.

Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔