Método Científico para charlatanes y mercachifles
Estoy un poco harto de mensajes y propuestas en las que se me ofrece un método, técnica o mecanismo para resolverlo todo. Desde problemas de salud hasta problemas de amor. Pero, he aquí, que yo soy incrédulo por naturaleza y que, si quieres que me crea algo, tiene que venir etiquetado con el beneplácito del Método Científico. Así que, para aquellos que repiten y reiteran aquello de “a mí me funcionó”, les propongo jugar al principio irrenunciable de la repetibilidad del Método. Es sencillo, provócate un cáncer terminal (por segunda vez si es necesario) y cuando los médicos certifiquen que te quedan dos telediarios empieza a aplicar esa técnica que tanto avalas. Si sobrevives y has eliminado cualquier traza del mal, y solo entonces, me pensaré que tu método tal vez sirva. Hasta entonces déja de tocármelos y busca algo productivo que hacer. Y si no se te ocurre nada productivo que mejore la especie, recuerda que siempre puedes servir de abono para las plantas.
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.
Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔