suspiros efímeros de un tiempo insignificante
He solicitado hacer teletrabajo semana y media desde Las Palmas. Estoy en un proyecto para iPhone, en el que me están apretando porque el proyecto principal se está llevando casi todo mi tiempo. Desatención esta por la que me temo que acabaré pagando. Es lo que tiene ser pluriempleado dentro de la misma empresa. Y con pluriempleado me refiero a que atiendo a tres jefes distintos, en proyectos diferentes y con tecnologías particulares para el caso.
Cuando reinicié un nuevo ciclo de la reinvención de mi propio mito y comencé la enésima reencarnación de una bitácora, a mediados de 2008, lo hacía con una conexión ADSL ligeramente inferior a un mega cuando yo estaba convencido que tenía contratados 2 Mb [¿Banda ancha? ¿Autopistas de la información? ¿Sociedad de la Información? ¡Y un cojón de pato!]. En la entrada que referencio podrán comprobar las capturas con las velocidades que conseguía entonces.
Llevo unos días reescuchando las distintas copias de Carmina Burana que he ido acumulando a lo largo de mi vida. Como al protagonista de Conspiración [@ FilmAffinity], quien estaba condenado a comprar copias y copias de El guardián entre el centeno, a mí me pasa lo mismo con la obra de Carl Orff y ya tengo cinco o seis en mi colección. Toda la obra es magnífica, aunque hoy me deleito en especial con el Omnia Sol Temperat [letra @ Retales de sabiduría].
Apenas tuve tiempo de leer la advertencia del Avast cuando una ventana ocupó toda la pantalla y, en la cabecera, veía una captura de mí mismo leyendo atónito. El virus o troyano es una variante del Ukash o Virus de la policía. El texto venía a decir, más o menos, que la Policía Nacional me había bloqueado el ordenador porque alguien estaba usando mi ordenador de forma remota para acceder a sitios de descarga con contenido protegido por derechos de autor, tal y tal, y que, por no haberlo yo protegerlo adecuadamente, era solidariamente responsable.
Toca hacer una pequeña aplicación para migrar desde un servicio IMAP a otro. No se puede usar alguna aplicación ya existente (que las hay a paladas), sino que hay que implementar una para soportar algunas particularidades del proceso. .NET, claro. Y no me voy a poner a implementar una de cero. Así que he hecho una pequeña búsqueda en Internet y estas son las que he encontrado:
ImapX 2 - Soporta GMail y tiene buena pinta.
Acabo de comerme, tragarme, o visualizar, como se prefiera, una mierda insufrible, producto putrefacto de eso que vienen a llamar el séptimo arte. Por muy gratuita que te la ponga en el Plan Premium de Wuaki nunca, nunca, elijas ver Los inmortales: El origen. Por aquello de ir por la vida a contracorriente, en plan intelectual rojiprogre, ufanándome de ignorar las críticas ajenas, y de que uno mismo es el rasero por el que ha de medirlo todo y tal y tal, he quedado profundamente aturdido tras 80 minutos de la bazofia más infumable que he visto en mucho tiempo.
Que se me caiga el pito si miento, pero juro que no recuerdo cuánto hace que dejé de descargar canciones de Internet, parche en el ojo incluido. Hace mucho, eso sí lo sé. ¿Cuatro? ¿Cinco años? Es posible que seis; incluso siete. Aburguesarse implica pagar por la música, y eso es lo que empecé a hacer. (En realidad continuar, porque mi colección de CDs, sin llegar a ser portentosa, era digna de elogio para ser un estudiante pobretón).
Esta semana empezó el horario de verano. El último mes ha sido de locura. Pero de la verdadera. Hace dos fines de semana trabajé el equivalente a una semana normal. Los viernes la jornada laboral termina a las dos de la tarde y yo seguí trabajando hasta las cuatro de la madrugada. El sábado y el domingo lo mismo. Después del sobre esfuerzo parece que todo vuelve a la normalidad. Me he encontrado con las tardes libres y una vida bastante solitaria.
Tampoco es algo que resulte especialmente reseñable. Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea. Finalmente eliminé mi cuenta de Facebook.
No, no la desactivé. Desactivar lo puedes hacer directamente desde las opciones de la administración de la cuenta. No. La eliminé completamente. Antes borré una a una las publicaciones y las fotografías que tenía desde que la abrí. Toda precaución es poca. Bueno, eliminada en teoría, porque te mandan un correo diciendo que durante dos semanas aún te puedes arrepentir.
El tiempo pasa volando. Perogrullada. No resulta tan de perogrullo que lleve seis años casado con la que sigue siendo la persona más importante en mi vida. Y menos aún que en unos meses se cumplan catorce años que comenzamos una relación. Asombroso. Algo bueno tuve que hacer en otra vida :-)
Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría
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