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Al despertar el jueves temprano, nos encontramos con este bicho en la pared, cerca de nuestra cama. La dirección que tenía era directa a nosotros. Nos miraba y sospecho que no tenía buenas intenciones para con nosotros. Suerte que ese día madrugamos, que de lo contrario… [risas]
Ahora en serio. Aunque lo anterior -lo relativo a la posición y vector de aproximación- es totalmente cierto, imagino que sería una de esas arañas inofensivas que hay en toca casa de campo.
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Pues sí, mañana.
Por fortuna, y un cúmulo de circunstancias, he podido coger una semana de vacaciones nada más haber entrado en la empresa. ¿A que mola? Como en esta empresa se cogen días hábiles, 22 al año, ya me tocan 3 por el tiempo que llevo. Además, el 25 de junio, fue festivo en Las Palmas, pero no en Madrid, así que me lo debían.
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Al lado justo de la estación Príncipe Pío.
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Me he enterado por pura casualidad.
Nunca he sentido interés por los periódicos. Alguna vez caía uno en mis manos y lo leía, pero comprarlo casi nunca. Todo lo que esperaba enterarme sobre el mundo lo escuchaba en el telediario, primero, y luego he desarrollado el hábito de leerlo en Internet. Pero comprar periódicos, la verdad es que ha sido muy rara, pero mucho, la vez.
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Me gusta el diseño del tendido eléctrico de los trenes.
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El martes empezamos la simulación de trabajo en Las Palmas, con la intención de conseguir que emerjan la mayor cantidad posible de problemas de infraestructura y de comunicación entre sedes antes de movernos definitivamente. Difícil, porque el equipo humano no terminaba de entender la necesidad de este ejercicio y se estaban estresando -innecesariamente- con las prisas de algunas entregas.
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Hoy, por fin, he podido coincidir con el increíble Nick Furia.
Cuando empiezas a leer a Nick sospechas que es un tipo al que te agradará conocer y, sin duda, así ha sido.
Estoy cansado y no me voy a extender en exceso, que mañana tengo que madrugar para currar. Para abreviar y resumir diré que Nick es una persona desmesurada y extremadamente inteligente.
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El tiempo se me pasa volando. Y no paro la pata quieta.
Cada día cojo el tren de cercanías, la línea 10, desde Las Matas hasta El Barrial, justo donde se encuentra El Corte Inglés de Pozuelo. Cerca de dicho Centro Comercial se encuentra la empresa para la que trabajo desde hace una semana.
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Llevo ya un poco más de 48 horas en Madrid y aún no he escrito nada en el blog. Imperdonable.
Coincidí en el avión con tres de los cuatro programadores que conforman el equipo inicial de trabajo de la sede de Las Palmas y que habían vuelto a su tierra para pasar el fin de semana con sus respectivas familias/parejas.
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Después de esta pausa dramática, rompo el silencio bloguero.
En unas pocas horas salgo para Madrid. Mañana me incorporo en la nueva empresa. Ganas, muchas ganas. Sin dudas o incertidumbres. Nunca he tenido demasiado miedo ante estas cosas. Si sale mal o tiene fecha de caducidad, como han rumoreado algunos por ahí, no me importa.