unomascero

Retales de sabiduría

Hacía tiempo que andaba buscando una forma cómoda de organizar, mantener y -lo que es más importante- crear anotaciones de aquellos párrafos que me resultan especialmente dignos de ser recordados y retenidos para un futuro disfrute. Algún mecanismo con el que vencer la desidia que, por ahorro de esfuerzo, consigue que se olviden al poco de ser leídas las palabras. Esas que he venido en denominar «retales de sabiduría» aunque su contenido diste en muchas ocasiones de rayar la categoría de «apto para sabios».

¡Qué calor!

Venirse a Madrid pensando que iba a pasar frío y encontrarme con tanto calor como el que había en Las Palmas tiene mérito. Y es muy jodido. Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal. Por último pedir diculpas por el contenido.

Enviado desde mi iPhone: Continúa mi apuesta por la manzana

A sabiendas de que a mi vuelta tendría que pasar una larga temporada en Madrid, volaba hacia Florida con varios artículos que quería comprar allí y traer de vuelta conmigo, aprovechando la debilidad del dólar. Y no, no me refiero a ropa de marca. En particular, quería hacerme con un MacBook Pro de 13" y un iPhone 3Gs de 32 GB desbloqueado. Además de pillarme el Snow Leopard en pack familiar.

Jet Lag prorrateado

No hace ni tres días que he llegado de un viaje a Florida. Con mi sistema nervioso aún adaptándose a las cinco horas de diferencia e intentando reponerse de las 24 horas de viaje puerta a puerta que supuso regresar, ando con la mente puesta en mi próxima estancia de larga duración en Madrid. No se sabe exactamente cuánto tiempo estaré. Puede que tres meses. Puede que seis. Tal vez un año.

Llevo un día...

… y ya estoy hasta los cojones de la ortodoncia. ¿Quién me mandaría a mí meterme hierros en la boca cuando ya voy camino de los 40? Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal. Por último pedir diculpas por el contenido.

'La paradoja'

Si todo ha ido relativamente bien en el viaje a Orlando, Florida, a primera hora de la tarde de hoy debería estar aterrizando en la isla que me vio nacer. Ello significa, inevitablemente, que mañana retomaré mi vida laboral y que, salvo que acontezca algo inaudito, en unos días, tal vez en no más de una semana, tenga que mudarme a Madrid. La estancia se prevé, con carácter de hipótesis, de una duración de seis meses.

'Superplagas'

La Tierra es un lugar sorprendente. A nada que inviertas un poco de tiempo en mirar a tu alrededor, y salvo que vivas en una burbuja aislado del resto, encontrarás material suficiente para asombrarte. Y es que, en el fondo, no prestamos atención a nada de lo que nos rodea. Salvo, tal vez, cuando hay algo tan anómalo que no podemos evitar fijarnos en ello. Uno de estos fenómenos al que no podríamos evitar prestar nuestra atención, aunque nos esforzáramos en ello, es el de las plagas.

'Travesuras de la niña mala'

Cuando me senté a hacer una breve reseña del libro ‘Travesuras de la niña mala’ lo primo que me vino a la cabeza son los desternillantes «resúmenes julay» que hace sulaco en sus entradas sobre películas. Plagiando esta técnica, diré del libro «un julay quinceañero se enchocha de una niña mona y se pasa cuatro décadas intoxicado por comer marisco en mal estado con regusto a plástico». Tampoco se me ocurre nada mejor.

'I, videogame'

Se puede decir que mi crecimiento intelectual se produjo en un entorno tecnológico. Desde los 12 años tuve ordenador y, antes, con 9 y 10 años, ya jugaba a las máquinas recreativas matando marcianos y comiendo cocos. Pero antes aún, jugaba con aquellas alucinantes Game & Watch de Nintendo. No es de extrañar que para mí el que la gente juegue e invierta dinero y esfuerzo en hacerlo es algo muy normal.

¿A qué coño aspiramos como personas? ¿Y como nación?

Hace ya bastante tiempo leí que la vida sedentaria es mucho peor de lo que la gente se imagina. Buscando ese artículo encontré uno un poco más alarmista -o alarmante- que mantiene que «la vida sedentaria es tan nociva para la salud como el tabaco». ¡WOW! Creo que nadie, a estas alturas, negará que la vida sedentaria es mala. Todo el mundo, por todas partes, te recomienda que hagas ejercicio «porque es importante».