fusión fría del intelecto

Sin embargo, ciencia del y para el espíritu

Hoy será breve: ¿Qué ven de raro en la siguiente imagen? Tómate tu tiempo, si lo necesitas. Para el que no lo haya hallado aún, aquí va una pista: mira el epígrafe bajo el que se encuentran los títulos de los libros que aparecen en la imagen. ¿Sigues sin entenderlo? Es raro que pasee por la zona, pero cuando lo hago y decido entrar en El Corte Inglés de Mesa y López, es más raro aún que no me acerque a la sección de Ciencias a curiosear qué libros tienen.

'La proporción áurea'

En el primer día de la visita a Sevilla [1], tropecé con uno de esos quioscos de prensa que tienen todas las grandes ciudades repartidos por sus aceras. Como en Las Palmas no abundan —de hecho ahora mismo soy incapaz de recordar ninguno—, tropezármelos siempre atrae mi mirada [2]. En esa ocasión inmediatamente identifiqué la palabra «Matemático» —debo tener algún trauma infantil al respecto que antes de darme cuenta ya he leído palabras como «metemáticas», «científico», etcétera, etcétera, etcétera— y me lancé a mirar de qué se trataba con mayor detalle.

De hamburguesas, externalidades, urgencias médicas y aprendices de periodismo

Sigo El blog salmón desde hace bastante tiempo. De forma general, me gustan los apuntes y artículos que aparecen en él. Para un absoluto lego en Economía, lo que escriben los redactores del blog me resulta inteligible. Lo que ya es todo un logro hacerme entender a mí este tipo de cosas. Como en todas las publicaciones en las que escriben varias personas, los hay mejores narrando y explicando y los que no son tan buenos.

A vueltas con el «gratis»

Leyendo la estupenda entrada de ladrona de calcetines [Escritores, tomates, actores, Rolex y leyes], voy a parar al último artículo de Fernando Savater [Los colegas de ‘Mad Max’] que, ya en su título y de forma casi constante en sus párrafos, parece recurrir a la forma de la ofensa o del menosprecio de aquellos que opinan lo contrario y se enfrentan a las tesis defendidas por la industria y sus valedores o paladines del Ministerio de Cultura y su cohorte de creadores.

Cuestión de fe

En avión prefiero sentarme en la parte trasera. Casi siempre lo consigo. Es una de mis manías y nada tiene que ver con que la gente que se sienta atrás tenga un 40% más de probabilidad de sobrevivir a un accidente [Safest Seat on a Plane]. Curioso que los que más pagan por sentarte al principio tengan menos probabilidad de sobrevivir. Pero no comentaba lo del avión por este motivo. Con los años he ido reforzando este gusto por ir atrás dado que me permite observar, aunque ligeramente y de forma sesgada, el comportamiento del resto del pasaje.

Halloween...

Seguramente pecaré de demagogo u oclócrata en las próximas palabras, pero aquí va mi (pseudo)razonamiento del día. Abstenerse de su lectura fachas, monárquicos, melindrosos y feministas. No me gusta Halloween. Nada de nada. Me parece una absoluta estupidez la forma en que aceptamos las modas. Se nota que me hago viejo. Por lo cascarrabias con toques afrutados y aromas de intransigencia. Pese a ello, creo sinceramente que somos una panda de idiotas dispuestos a comprar cualquier fiesta.

Distópico

Hoy toca compartir una reflexión tonta. Creo que al ser humano, en este caso como individuo y no especie, le encanta la ficción distópica. Esa de la que tanto abunda en la narración ficticia y en el cine catastrofista. Ejemplos de ello podrían ser ‘1984’, ‘Mad Max’ y la reciente ‘La Carretera’ [mi reseña]. Me arriesgo a llegar aún un poco más lejos: la necesita. Necesita ver materializada la posibilidad de que haya futuros alternativos en los que la sociedad se va a tomar por donde amargan los pepinos.

'¿Tener o Ser?'

A VER SI APPLE SE VA A LA MIERDA CON LA CRISIS Así me respondía el otro día mi mujer [su blog; muy abandonado] en una conversación por GTalk cuando le comentaba que estaba pensando en comprar un segundo monitor de 24" para el iMac, ya que últimamente he retomado la sana práctica de programar y no andar únicamente viendo porno navegando por la Web y/o leyendo blogs. Pese a que el iMac es el de 24", me resulta muy pesado andar saltando entre las diferentes ventanas que tengo abiertas durante la codificación, depuración, etcétera.

El día que Steve Jobs destruyó las relaciones humanas, de rebote se cargó la sociedad y el mundo, y perjudicó seriamente la salud de mi abuela

Hace unos días —en realidad bastante más de unos días— caminaba tranquilo en estado de consumista predispuesto. Ese estado en el que paseas tranquilamente por tiendas y comercios, pero sin una finalidad concreta más allá que curiosear y, eso sí y siempre, con la mano intranquila deseosa de sacar la cartera si la oferta resulta lo suficientemente atractiva. En tan lamentable estado me acerqué a unos grandes cajones, de esos que ponen en todos los comercios, independientemente de lo que vendan, lleno de películas en formato DVD a precios increíbles.

El juego de las hamacas

El otro día leí un artículo bastante interesante sobre cooperación. En uno de los experimentos de los que se habla en el susodicho artículo, se comenta la utilización de un minimundo computerizado donde existe un recurso limitado. Los participantes, creí entender que todos universitarios, podían explotar el recurso tanto como quisieran —tanto como pudieran, sería más adecuado— para maximizar su propio beneficio compitiendo con el resto de recolectores. Lo que al final acababa por agotar el recurso de forma irreversible.