fusión fría del intelecto

De ideales y retretes

Hasta el día de escribir esto, creo no mentir al afirmar que no puede decirse de mí que sea en exceso escrupuloso. Nunca me han afectado las conversaciones escatológicas almorzando, por poner un ejemplo tonto. Sin embargo hay cosas que no me gustan y me desagradan profundamente. En el edificio en el que trabajo, como imagino sucederá en todos los lugares donde comulgan y conviven pocas o muchas personas, sean contadas en unidades, decenas o centenas, los baños suelen ser motivo de escándalo y reflejo de las personalidades que se empaquetan en esos cuerpos supuestamente vivientes y, en muchas ocasiones, difícilmente creíble como pensantes.

Pero... ¿para qué quieres tú un iPad, alma de cántaro?

Hoy sale por fin a la venta en el país del dinero naciente, del capitalismo desenfrenado y bastión último del verdadero sueño de libertad, o sea los Estados Unidos, el último cacharrito de la compañía de la manzana mordida, el tan mencionado y comentado iPad. Así que, contraviniendo la práctica habitual de este mi rincón, más orientado a enaltecer el tener que el ser, he decidido sumarme a esa cantidad inagotable de gente que aprovecha cada vaporada de Apple para dar su opinión al respecto.

Las siete plagas

—¡Papá! —Ayayayayayay… Porfavornogrites. Tengo un resacón tremendo. Otra vez me la lió Odín anoche. Buff… Menuda juerga… Ay… Y este Zeus… —Perdona, papá. ¿Papá? —¿Eh? Ah, sí… Estooo… ¿Jesús? ¿Tú eras Jesús, verdad? —Sí, papá, soy tu hijo Jesús. —Bien, bien. ¿En qué te puedo ayudar? Esperaesperaespera… Por favor, no grites. Con calma, hijo mío. —Sí, papá. Con calma. Pero de forma clara y directa. Lo de la Tierra es insostenible.

Curiosidades inconexas de Madrid y los madrileños

Hace ya unos días que se ha cumplido, sin descontar las dos semanas que pasé por Navidad en Las Palmas, tres meses que me desterraron a Madrid. En varias ocasiones he comentado lo bien que me siento aquí, en una ciudad grande, con lugares nuevos que conocer y con, esto es fundamental, un transporte público de envidia. Las grandes ciudades se construyen sobre buenos sistemas de transporte público. Los gobernantes que olvidan este detalle a) no quieren a su pueblo y b) condenan a la ciudad al caos.

¿A qué coño aspiramos como personas? ¿Y como nación?

Hace ya bastante tiempo leí que la vida sedentaria es mucho peor de lo que la gente se imagina. Buscando ese artículo encontré uno un poco más alarmista -o alarmante- que mantiene que «la vida sedentaria es tan nociva para la salud como el tabaco». ¡WOW! Creo que nadie, a estas alturas, negará que la vida sedentaria es mala. Todo el mundo, por todas partes, te recomienda que hagas ejercicio «porque es importante».

Reflexión

Desde hace unos días ando intranquilo por cuestiones laborales. Me perturba haber llegado a un estado en el que ando enfadado la mayor parte del tiempo. No me reconozco en ello. Para colmo me tropiezo con estas palabras, atribuidas a Mahatma Gandhi: Cuida tus Pensamientos porque se volverán Palabras. Cuida tus Palabras porque se volverán Actos. Cuida tus Actos porque se harán Costumbre. Cuida tus Costumbres porque forjarán tu Carácter.

'LHC - El acelerador de partículas'

Antes de comenzar, decir que a la hora de escribir este artículo, al igual que hago con el resto, intento localizar alguna referencia o vídeo que pueda enlazar. Con el de hoy he descubierto un sitio en Internet que pasa a ser de visita obligatoria: http://www.docuciencia.es/. Pero si ese es flipante, http://www.documentalesonlinegratis.com lo es aún más. Y hay muchos más por la red. Es como una mala gripe. Se ha puesto de moda.

Diseño de un experimento absurdo para medir el grado de incomodidad en el uso de los baños

Hace un par de semanas leí una entrada, Los baños de empresa son sistemas caóticos, del amigo Adastra, y teniendo reciente la lectura del libro ‘Las trampas del deseo’, se me ocurrió un experimento social. No sé si entraría dentro de la categoría de economía conductual, pero yo se los planteo igualmente y ya me cuentan su opinión al respecto. Adastra comentaba que, pese a tener un letrero en los baños que su empresa que reza «__Deja __el baño como lo encuentras.

Mi microexperiencia con el lector electrónico iLiad

Soy un compulso coleccionista de libros. En especial en forma electrónica ya que, gracias a las redes mafiosas del P2P, he dado con verdaderos santuarios de los que he conseguido cientos, por no decir miles, de libros. Con esta particular y enfermiza forma de coleccionismo llevo años ordeñando la red y recolectando archivos con obras variopintas. En su mayoría todos de corte técnico, que a fin de cuentas es lo que soy: tecnicus vulgaris.

Alta definición a toda máquina: mi experiencia con el WD TV HD Media Player

La llegada de la alta definición a mi vida supuso uno de esos momentos de antes y después. En cierta medida, me ha hecho afortunado y desgraciado a partes iguales. En realidad me siento mucho más afortunado que desdichado por ella. Desgraciado porque, como el que prueba por primera vez la ambrosía de los dioses, ya no se conforma con menos. Contra mis deseos, me he convertido en sibarita de lo que introduzco por mis ojos.