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¡Feliz y próspero 2013!

Pues es lo que toca ahora, ¿no? Vayan en este apunte mis mejores deseos para el año que acaba de caernos encima. Buena suerte en todos los proyectos que acometan y con todos los buenos propósitos que se propongan hacer. Y que no falte felicidad, respeto, cariño y prosperidad para y entre los suyos. En resumen, ¡Muy Feliz y Próspero año 2013! De todo corazón y para todos, lean o no esto.

'Españistán'

Para acabar el año toca revisión literaria. Bueno, en este caso de una novela gráfica, si así se la puede llamar. Por longitud sería más bien cuento gráfico. Aunque para la mayoría será un comic, tebeo o historieta. Sirva igualmente el mismo, su contenido crítico, para reflexión —al menos para intentarlo— de lo que somos y por qué lo somos, y de cómo nuestro pasado se ha escrito y rescrito a base de promesas rotas y mentiras desproporcionadas.

Feliz Navidad

Tal día como hoy, justo hace un año, comentaba que tocaba pasarlo en Madrid y que mi mujer decidió acompañarme allí. Fue una buena Noche Buena. En compañía de ella, con una buena cena y disfrutando luego de un rato de televisión antes de acostarnos a dormir. Sin embargo, tal como decía en aquel momento, estábamos los dos solos. Siempre se echa de menos a la familia en estas fechas.

Compras del fin del mundo, caprichos eternos

Mi jornada laboral empieza siempre sentándome en mi puesto de trabajo —hoy teletrabajo, en pijama además— y repasando los eventos más importantes del día. O sea, leyendo el correo. Habitualmente lo hago en tránsito al trabajo, pero es que hoy el tránsito me ha llevado menos de un minuto. Y leyendo por encima las últimas diez o quince noticias que me da ofrece el agregador de noticias. La primera era una de JavaHispano: «JetBrains ofrece un descuento del fin del mundo…»

¡El fin del Mundo!… Pero que sea en familia

En el momento de publicarse esto debería haber aterrizado o estar a punto de hacerlo. En teoría mi avión despegaba de Madrid a las 21:45. Ryanair nunca despega en hora. De media unos 20 o 25 minutos más tarde. Pero siempre dicen que el vuelo durará tres horas para aterrizar a tiempo y ponerte la fanfarria del séptimo de caballería y comerte la oreja demostrándonos una vez más que no tienen abuela.

Tres de tres

Bueno, bueno, bueno. Acabo de terminar —y aprobar— el cuarto examen del tercer curso en el que me había matriculado de programación de videojuegos que ofrecía Eticom mediante su plataforma web. Mañana era el último día para examinarse y andaba un poco tenso porque no había tenido apenas tiempo para leerme la documentación de este último. En realidad para casi ninguno he ido bien de tiempo, la verdad. Sin embargo he aprobado los tres cursos, por lo que me siento ligero y satisfecho conmigo mismo.

¿Prevaricación?

Sigo basante de cerca el conflicto de la sanidad pública madrileña. Aunque paso más de la mitad del tiempo en Las Palmas, mi lugar de residencia, trabajo para una empresa de la capital y paso unas cuantas noches al mes —muchas más al año— en Madrid. Cerca del piso en el que me quedo hay un centro de salud y frecuentemente veo al personal del centro manifestarse en la puerta. Tienen mi simpatía por muchos motivos.

Todo sea por la gloria

En mi vida —como imagino que le habrá pasado a casi todo el mundo— he tropezado con gente de todo tipo. En general he tenido suerte y puedo decir que la gran mayoría han sido personas que de una forma u otra, en mayor o menor medida, han conseguido dejar su impronta, siempre positiva. Aunque también he tropezado con esos que decimos “ruines y malvados”; por no mentar directamente a sus madres, que bastante habrán sufrido ya con parirlos y, en el fondo, desconozco cuál es su fuente de ingresos.

Un buen profesor, una buena explicación sobre el cáncer

Desde que he unificado los blogs, la idea de adjuntar vídeos —y fotos— ajenos en mis entradas me produce prurito intenso. Pero éste merece la pena. Mucho. Sumamente entretenida la exposición. Así, creo yo, es como deben enseñarse las cosas. Y muchos hábitos por adquirir; o recuperar. Ahora lamento no haber insistido en poner una bañera en casa. Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

La danza del quebrantahuesos

A Charles Darwin, durante su visita a Las Islas Galápagos, le intrigó sobremanera la fértil variedad de especies y cómo, siendo algunas tan parecidas entre sí, perteneciendo al mismo género, eran distintas según la isla donde se encontraban. O las diferencias de estas especies de las islas con las que catalogara en el continente. Fue ya ordenando sus notas de las islas, tras un viaje de cinco años, que propuso su famosa teoría de la evolución.