unomascero

«Debe ser muy especial»

¿Nunca habéis conocido a una mujer que os inspire amarla hasta que todos vuestros sentidos se llenen de ella, inhalándola, saboreándola, descubriendo en sus ojos a vuestros futuros hijos, y comprendiendo que vuestro corazón por fin ha hallado un hogar? Vuestra vida empieza con ella, y sin ella debe finalizar. ‘Don Juan DeMarco’ (1994) Jeremy Leven Ficha IMDB Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

El pseudo-dilema del prisionero, o cómo echarle toda la culpa a los servicios web con C#

El código de ejemplo se encuentra aquí. La solución .NET (Visual Studio 2012) contiene cuatro proyectos: Nimio.Entidades - Definición de las entidades del «negocio». Nimio.Frontal.Servicio.Pedidos - El servicio Web de ejemplo cuyos métodos devuelven tipos complejos Nimio.Consolas.UsandoProxyCompleto - Aplicación de consola que usa el servicio web tal como Visual Studio genera el proxy incluyendo las estructuras de datos que devuelve. Nimio.Consolas.ModificandoProxyManualmente - Versión de consola que, aunque tiene el mismo código básico, ha modificado el archivo Reference.

Retrosobredosis de viagra

Cuando voy a escribir una entrada que no tenga que ver con un libro, siempre busco poner un título que haga referencia, así en plan metáfora, parábola, hipérbole o cualquier otra forma retórica, a lo que voy a contar. Pero para ésta, breve además, no se me ocurría nada mejor que «A pollazo limpio». Demasiado vulgar como para ser un titular de mi querida bitácora. La cosa va de descubrimientos. De saltar de aquí para allá demorando el instante en que debo ponerme con cosas de mayor provecho.

'Las ventajas del deseo'

Han anunciado el tercer título del autor traducido al español y aún no he terminado y publicado la entrada del segundo, que lleva a medias desde tiempos inmemoriales. Leer ‘Las trampas del deseo’ [reseña] supuso el refuerzo a todo un descubrimiento realizado poco antes con la lectura de ‘Freakonomics’ [reseña]. Había despertado un gusto especial por los libros divulgativos donde se pone en entredicho la racionalidad humana y se nos cuenta, de forma amena, el resultado y las conclusiones de una serie de experimentos que, repito, ponen bajo sospecha nuestras teorías íntimas y nuestra visión particular del suelo firme que es —o debería ser— la (maldita) realidad, en lo que a su percepción inequívoca se refiere.

Los libros son más que meras mercancías

—No tienes que hacerlo. Basta con que te importe. Los libros son más que meras mercancías. Contienen nuestra cultura, nuestro pasado, otros mundos, el antídoto contra la tristeza. —Si eso fuera cierto, la gente acudiría en masa a la librería más cercana. —Quizá debieran. ‘La librería de las nuevas oportunidades’ Anjali Banerjee Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

'La librería de las nuevas oportunidades'

Primero, y antes de entrar en materia, permítome hacer una aclaración. Sinceramente creo que la mejor forma de abandonar este mundo es peleando en las Termópilas, arrasando a los enemigos, insuflándoles temor hasta los tuétanos con cruenta bravura, plenamente consciente del llanto arrancado a sus viudas y vástagos cuando el corazón del enemigo es salvajemente atravesado por la espada y la lanza y reciban la noticia de que sus seres queridos abonan la tierra con sus cuerpos descomponiéndose en el campo de batalla.

'El cuento de la isla desconocida'

Un hombre llamó a la puerta del rey y le dijo, Dame un barco. La casa del rey tenía muchas más puertas, pero aquella era la de las peticiones. Como el rey se pasaba todo el tiempo sentado ante la puerta de los obsequios (entiéndase, los obsequios que le entregaban a él), cada vez que oía que alguien llamaba a la puerta de las peticiones se hacía el desentendido [&#8230]

Cien cañones por banda en un velero piratín

Hace ya un par de semanas que «perdí» mi pequeño bq Cervantes 2. Decía en la entrada en que me quejaba de ello —mi mujer insiste en que me quejo demasiado, que soy muy negativo y que dramatizo todo en exceso— que es curioso lo rápido que se adapta uno a las «facilidades». Eso de llevar cuatro mil libros encima en apenas doscientos gramos es una de esas maravillas de la tecnología que hoy en día no parecen nada del otro mundo.

Tributo a los Grimm entre las nubes

Creo que lo normal es que, cuando subes al avión, te reciban una o dos de las personas que componen la tripulación de cabina (también conocidos como azafatas y azafatos), y que a medida que te adentras por el pasillo te vayas encontrando al resto. Te dan la bienvenida con una sonrisa, te ofrecen indicaciones sobre el equipaje, te señalan dónde sentarte (o dónde no hacerlo) e, incluso, te ayudan a buscar un sitio donde dejar la maleta si el compartimento superior de tu fila está a reventar.

Una de Apple

Rebuscando entre los textos que tenía en borrador, me he tropezado con una entrada dejada a medias en la que hablaba de lo «no tan bueno» de Apple. Aunque la he reescrito casi completamente, viene bien al caso porque lo que hicieron el otro día los de Apple es para crucificarlos. Aunque por otros motivos a los que me llevaron a escribir la entrada original. Mira que llevo tiempo arrastrando cuentas y dándole vueltas a pillar otro portátil.