épicas del tubo catódico

¿De verdad puedes vivir sin Carl Sagan?

¿De verdad prefieres que tus hijos vayan a religión antes que obligarles a aprender de verdad? Súmate a la plataforma para la obligación del estudio del estudio de Cosmos en las escuelas. Fírma la petición. ¿De verdad no has visto esta maravillosa serie? Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible.

Tardes de sofá: ReGénesis

¿Seguimos buscando formas para escaquernos de las obligaciones domésticas? Tu casa ya debe parecer un basurero, tantos fines de semana escaquándote como un perro. Eso y que tu pareja ya debe estar deseando que te pase un camión por encima de la cabeza por no echarle una mano. ¿No es así? Bueno, tú tranquilo y siéntate a gusto en tu sofá favorito, que hoy te ofrezco pasar el rato con la serie canadiense de televisión ReGénesis.

Tardes de sofá: ¡Por favor, no veas Flash Gordon!

Querido lector, aunque tengo en poca estima tu capacidad intelectual, porque te tragas lo que te echen en la televisión, te ruego, no, te suplico de rodillas, que por favor no veas la serie de televisión Flash Gordon. Estoy convencido que no solo produce calentamiento global innecesario, también hace a la gente más idiota. Y tú ya estás en el límite que te diferencia de una ameba. ¡Por favor, no sigas por ahí!

Tardes de sofá: Pásalo bien con la serie Torchwood

¿Qué? ¿Cómo llevas las excusas para escaquearte de las labores del hogar? ¿Se te han acabado y tu pareja parece insistir demasiado en que cojas la aspiradora y te pongas a mover los muebles para abducir polvo que lleva generaciones debajo de ellos? Bueno, no te preocupes, que hoy voy a darte otra excusa para no mover tus articulaciones más allá de lo necesario que requiere manejar el mando a distancia de la televisión y del vídeo.

Tardes de sofá: Diviértete con la cándida Doctor Who

Supongo que después de otra agotadora semana de trabajo, en la que has imaginado mil y una formas en las que tu jefe o compañeros de trabajo desagradables debería perder la vida, estás pensando seriamente en no hacer tus deberes domésticos y tirarte, otro sábado más, a rascarte la barriga, o una zona ligeramente más inferior y que rara vez queda al descubierto, con la insana esperanza de que tus arterias, agradecidas por una vida tan sedentaria, decidan obstruirse definitivamente, liberándote así de el tedio que te supone tu propia existencia.

Tardes de sofá: No te rebajes con la serie Dresden

Ya sé que buscas cualquier excusa para justificar las tardes echado en el sofá, sin dar ni golpe, mientras tu pareja se dedica a preparar la comida de la semana. Ya sé que caulquier cosa a la que te puedas agarrar, para no moverte ni un centímetro, es bienvenida. También sé que lo que quieres es estar rascándote la barriga vegetando delante de tu verdadero amor, la televisión. Pero por favor, no lo hagas con la serie Dresden File’s.

Tardes de sofá: La amenaza de Andrómeda

Si eres de esos que aprecian la vida sedentaria en su máximo esplendor y que adoran a su sofá de forma casi religiosa, sabiéndolo herramienta absoluta del perfecto hedonista, entonces casi seguro que también adoras los sábados tirado en él desperdiciando tu existencia mirando tu plasma de cuarenta y tantas pulgadas. Si eres de este tipo de personas, entonces me permito recomendarte algo en lo que desperdiciar unas cuantas horas, de forma que por un tiempo consigas la meta de ser algo más feliz, tal vez olvidando el sinsentido de tu propia existencia.