Dos semanas y contando para las vacaciones

Este año voy a coger vacaciones en agosto. Largas. Desde el día 13 al 1 de septiembre desapareceré. ¡Y qué ganas tengo de desaparecer! Diez días hábiles quedan. No más. Luego dos semanas y media para desconectar.

Hartos ya, mi mujer y yo, de coger un barco o un avión, en cada ocasión que pillamos unos días, hemos decidido quedarnos en casa. A descansar. En agosto. Cuando todo cristo viviente anda por ahí viajando o hiper-poblando hoteles y apartamentos, y la ciudad parece tener la mitad de la población que de costumbre, será nuestra mejor opción quedarnos en casa.

Por las mañanas unas horitas a la playa, que no nos queda lejos. Si las principales están apestadas de cuerpos de esos que se autoproclaman humanos, nosortos nos pasearemos por las menos comunes. Se trata de no tropezar con el común de los mortales.

Y por las tardes a pasear por algún paraje desconocido, que aún lo hay, pese a las tres décadas y media que habito en ella, en la isla. Pero con la máxima de evitar, a toda costa, amigos y familiares. Queremos unas vacaciones íntimas, donde otros no decidan cómo divertirnos, ni a quienes haya que andar dando explicaciones.

Queda cerrar los ojos y desearlo con mucha fuerza. Igual se hace realidad.

Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.

Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔