¡Nieve!

Y no me estoy refiriendo a mi mujer comiéndome la ese final, práctica habitual en los canariones, no. Lo que quiero hacer notar es que está nevando y yo estoy aquí para verlo.

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Ahora les voy a pedir que imaginen una escena, bastante común, por otra parte. Visualicen esa imagen del bebé regordete bañándose en su bañerita y chapoteando a gusto mientras se ríe. ¿La tienen? Así se siente el cerebro cuando se le suministra experiencias novedosas. Chapotea como un bebé en agua calentita. Para un hombre nacido y criado en el áfrica noroccidental, donde la temperatura media en costa rara vez baja de los diez o doce grados, y por muy de vuelta que esté de todo, ver nevar es de esas experiencias que siempre me alegran el día (salvo que me parta la crisma cuando pise hielo) y ponen juguetona la materia gris encerrada en mi respetable cráneo.

Curioso con qué tontería me he alegrado el día. Al menos compensa el mal humor con el que me levanté por haber dormido mal a causa del frío.

Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.

Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔