Regalo de cumpleaños muy adelantado


Esta entrada ha sido recuperada gracias a Wayback Machine de un blog que mantuve en La Coctelera.


De las múltiples actividades lúdicas que ejercito durante el año hay una que suele ocupar mi mente y mis esfuerzos más que el resto. O eso creo yo. Se trata de la fotografía. Quizás, tras haber dejado otras aficiones que apenas comencé, como la colección de sellos (filatelia), y eliminando las actividades como jugar a la consola o ver películas, la fotografía ha sido siempre la reina de todas ellas. Es, se puede decir sin dar espacio a la duda, que es una afición.

Soy malo sacando fotos, eso ya se sabe, pero no por eso voy a dejar de disfrutar de ello. Y, en el fondo, me gusta ser pésimo sacando fotos. Al menos en la vertiente comercial, pues mis fotos dudo que se vendiesen; o que exista persona interesada en comprarlas. Tienen la suficiente calidad para hacer fotolibros de las vacaciones, pero ninguna para interesar a gente extraña. Eso me alivia de pensar comercialmente en ella y la convierte, por fin, en una verdadera afición. La otra afición que acompañó mi juventud fue la informática y acabé trabajando como programador. Con el tiempo descubres que es horrible trabajar en algo que te gustaba mucho, pues al tiempo acabas odiándolo. Parece una estupidez, pero tienes la sensación de estar vacío. Pero paso de hablar del asunto.

Nos vamos a Egipto de vacaciones y ésa ha sido la excusa que ha puesto mi mujer para regalarme por mi futuro cumpleaños, con bastante (pero mucho mucho) adelanto, todo sea dicho, un objetivo nuevo para la Nikon. Se trata del SIGMA 10-20 f:4-5.6 EX DC HSM. No es muy luminoso (4, 5.6), pero es un gran angular. 102 grados de visión. Casi nada, compañero.


fotografía no recuperada 😞


Siempre me han atraído las distorsiones que provocan los grandes angulares. Y siempre he deseado poseer un ojo de pez (180 grados de visión). Sin embargo es cierto que son lentes que más bien tienen su campo de uso en un espectro muy limitado: paisajes y poco más. Algún gran fotógrafo lo ha empleado de forma artística, pero yo no creo que sea ese tipo de fotógrafo. Tal vez debería haber invertido en una lente mejor para el rango intermedio o teles cortos, que son los que, al final, se usan más. Da igual, ya caerán, pero de momento me satisface poseer un gran angular de este tipo. El tiempo dirá qué tal lo amortizo.

He de confesar que la calidad óptica es considerable. Cuánta razón tienen los que dicen que antes que invertir en el mejor cuerpo de cámara, inviertas en las mejores lentes posibles. Para cuando cambies de cuerpo (¡ay, dichosa obsolescencia tecnológica!) tendrás un juego de lentes que sacarán buen partido del sensor. Lo contrario es tirar el dinero.