Un año de jueves, el más cerebral de los días

Ya comentaba el martes, que los tesoros perdidos se disputaron el jueves como día dedicado a ellos. El primer jueves de la bitácora, coincidiendo con el último día del mes de julio del año pasado, publiqué Tesoros perdidos reencontrados (I), en el que hablaba de lo feliz que me encontraba al reencontrarme con un juego que hice en mis años de escuela universitaria: Super Kutre Invaders.

Agosto, septiembre y octubre de 2008 marcaron el comienzo de esta bitácora siendo los más prolíficos. Cierto que tenía el propósito interior de estar publicando con constancia durante al menos tres meses. En agosto ya se concretó el jueves como el día de mi vertiente más intelectuoloide, aunque el primer jueves aún ganó el puesto Tesoros perdidos reencontrados (IV): Las hormonas poéticas, donde me burlo de mí mismo cuando a un chico de diecisiete años se le mezclan las neuronas con un cierto sentimentalismo y salen frases la mar de cursis.

Como adicto a los documentales, será esta forma de consumo de conocimiento la que prime en el día de los jueves. Así, en el segundo jueves del mes de agosto, comento en Un documental que deberías ver: Insector mortales, lo maravilloso que puede ser el reino animal hasta en su apartado más cruento. En mi pubertad y en mi temparana adolescencia soñaba que un día sería como Bruce Lee, pero eso requería mucho trabajo físico. Así que me conformo con ver documentales sobre artes marciales, aunque hay alguno que no merece la pena el tiempo invertido. Eso me pasó y lo cuento en Un documental que te sugiero no ver: “Loto y espadas: Legado de la princesa Zen”, documental que me resultó algo soporífero. Termino agosto sugiriendo una serie documental en Una serie documental que deberías ver: MayDay, catástrofes aéreas, y que no creo necesite más aclaración.

En el primer jueves de septiembre recomiendo un documental magnífico que pone en tela de juicio las verdaderas intenciones de las religiones, de la manipulación del 11-s y de quién maneja realmente el dinero. En Un documental que sí deberías ver: Zeitgeist hablo de uno de los mejores y más controvertidos documentales que he visto en los últimos años. En la línea de los documentales sobre economía, otra de esas materias que me resultan atractivas, comento Un documental que deberías ver: Cuando el petróleo se acabe, donde se dramatiza un posible futuro si no hacemos lo posible por desvincular las economías del oro negro. Como no de solo de documentales se alimenta el cerebro, y volviendo con el tema de la economía, el penúltimo jueves del mes publico Un libro que deberías leer: El economista camuflado, libro que, pese a un comienzo algo desalentador, acabó enganchándome y al que recomiendo se le de una oportunidad. Terminaría septiembre con un documental sobre el maridaje del cine y los videojuegos, ambos mundos seguidos por mí desde la pubertad, con Un documental que podrías ver: Los juegos de Hollywood.

Octubre traerá una sorpresa, aunque no romperá la línea. Empezamos el mes con Un libro que deberías leer: Una breve historia de casi todo, y de cómo se debería luchar activamente porque este tipo de literatura rellenase el tiempo de mucha gente. A poder ser de forma obligatoria. Algo que expreso también, y con más vehemencia aún, en Una serie documental que SÍ deberías ver -que sí, que sí-: COSMOS, serie de la que no creo que tenga que hablar mucho más, pero que supuso un hito en mi propia existencia. Continuaremos el mes proponiendo otro documental, aunque tal vez menos accesible para muchos, en Un documental que deberías ver: El universo elegante, serie de tres capítulos que sale de un libro homónimo que aún tengo en mi lista de pendientes por leer. En Un documental que sí deberías ver: ‘Secretos del universo’, por Stephen Hawking, propongo que se disfrute de una serie de seis capítulos cuyo protagonista es uno de los físicos con más renombre de la historia. Acabaremos el mes de octubre con una excepción, Día completo, día agotador, en la que en apenas dos párrafos cuento que estoy con el culo a dos manos por temas laborales. El aviso informal de que la continuidad cotidiana de la bitácora se acaba.

El último jueves de 2008 en que publico algo será en noviembre. Con Un documental que deberías ver: ‘Money as debt’, de contenido muy esclerecedor sobre cómo se crea dinero en nuestra economía y como ello implica que siempre alguien tendrá que descolgarse de la carrera del bienestar, se acabó la oferta intelectual de ese año. Y no será hasta mediados de febrero en que retome el tema. Pero el día 1 de enero de 2009, coincidiendo que es jueves, lanzo al ciberespacio mis propósitos o mis Votos para el 2009.

A finales de enero empiezo a vivir, tal vez por las circunstancias laborales, un nuevo deseo de reciclarme, de mejorar y actualizar mis conocimientos. Ello me lleva a recuperar buena parte de los libros que tenía en espera. Comienzo a leerlos y, por tanto, a comentarlos públicamente. A mediados de febrero cae Un libro que podrías leer: ¡Tráguese ese sapo!, libro que me resultó muy ameno, aunque peque de un poco repetitivo, y que puede llegar a ser inspirador.

Pero nos saltamos marzo y no será hasta abril en que comience nuevamente a hablar de documentales (y libros). En el segundo jueves del mes aparece Un capitulo curioso de una serie documental curiosa: ‘Ciudades bajo tierra: Nueva York’, donde podremos disfrutar de una forma distinta de acercarse a una de las ciudades emblemáticas del mundo. El mes de abril aún nos ofrecerá otra opción en ‘Armas de seducción’, documental muy interesante que deberías ver. Además de ser un documental muy bien hecho, resulta muy entretenido. No deja de sorprender lo maravillosamente exhuberante que es el naturaleza cuando se trata de seducir y encontrar pareja.

Nos volveremos a saltar un mes, mayo, y caeremos en junio. Junio fue un mes de abundancia de publicaciones en jueves, aunque estuvo enteramente dedicado a libros. Empezamos con ‘Freakonomics’, libro interesante, donde los autores analizan casos y situaciones, desde una perspectiva económica, en las que lo obvio no lo es tanto y llega a resultar contradictorio. A veces sus propuestas pueden resultar, cuando menos, chocantes. En ¿Te imaginas poder disfrutar de ‘La semana laboral de 4 horas’?, no termino de decidirme si el libro es recomendable o no, ya que choca un poco con mis propias creencias o valores. Tal vez por eso merezca la pena leerlo. La tercera entrada del mes será para un libro que me ha encantado. En Hoy recomiendo ‘La meta’ comento uno de los libros que más me han gustado en los últimos tiempos. Es un libro que esboza la necesidad de desarrollar un pensamiento racional en los negocios, en particular en la industria, pues se escribió hace ya algo más de un cuarto de siglo, y de no aceptar por cierto todo lo que viene heredado. Aventurarse a redefinir los procesos teniendo siempre en mente cuál es la verdadera meta de una empresa.

Terminará junio con la última aportación realizada un jueves al primer año de existencia de esta bitácora. Será con ‘Las trampas del deseo’, libro especialmente recomendado, libro que me recomendó el amigo Esteban, pero que su título -traducido- no es el más adecuado, con el que concluiré el año. No sin decir que el libro es especialmente ilustrativo de lo contradictoria que es nuestra condición humana.

Concluye aquí el repaso a los jueves del primer año de la bitácora. Otras veintitres entradas publicadas que se sumaron al total en este tiempo. Espero que hayan disfrutado leyéndolos como yo escribiéndolos. Hasta mañana.

Esta entrada ha sido importada desde mi anterior blog: Píldoras para la egolatría

Es muy probable que el formato no haya quedado bien y/o que parte del contenido, como imágenes y vídeos, no sea visible. Asimismo los enlaces probablemente funcionen mal.

Por último pedir diculpas por el contenido. Es de muy mala calidad y la mayoría de las entradas recuperadas no merecían serlo. Pero aquí está esta entrada como ejemplo de que no me resulta fácil deshacerme de lo que había escrito. De verdad que lo siento muchísimo si has llegado aquí de forma accidental y te has parado a leerlo. 😔